El ciclón Bulbul ha golpeado a Bangladés e India con fuertes vientos y lluvias torrenciales y ha causado la muerte de 20 personas, obligando a evacuar a dos millones de bangladesís, según han dicho las autoridades.

"Pasamos la noche con otras 400 personas", ha dicho Ambia Begum, de 30 años. Refugiada desde el sábado por la noche en la ciudad portuaria de Mongla con sus tres hijos, se preocupa por su ganado y su casa cubierta con un simple techo de paja.

El huracán, que ha sido acompañado por vientos que han alcanzado los 120 km/h, ha golpeado las áreas costeras de estos dos países vecinos el sábado por la noche, provocando el cierre de aeropuertos y puertos. Además, el ciclón ha dañado cerca de 4.000 casas hechas principalmente de barro y chapa, según el Secretario de Gestión de Desastres, Shah Kamal.

Unas diez personas murieron en el estado de Bengala Oriental, en el este de India, dos de ellas cuando los árboles cayeron en sus hogares, según Press Trust de la India (PTI). Otras dos personas murieron en el vecino estado de Odisha (noreste), ha informado PTI. En Bangladés, ocho personas murieron, cinco por árboles y al menos 20 resultaron heridas. También, cinco personas desaparecieron, ha dicho el administrador del distrito de Masud, Alam Siddiqui.

EL NÚMERO DE VÍCTIMAS DISMINUYE

En Bangladés, 2,1 millones de personas han sido evacuadas y asentadas en más de 5.500 refugios especiales contra tormentas. Se han enviado soldados de Bangladés a las aldeas costeras y decenas de miles de voluntarios han ido de puerta en puerta llamando a los residentes, con algunas aldeas situadas bajo el nivel del mar.

En India, los aproximadamente 120.000 evacuados comenzaron a regresar a sus hogares cuando el ciclón disminuyó, han dicho las autoridades. El ciclón disminuyó en intensidad al ingresar al interior."Se ha convertido en una gran depresión, causando fuertes lluvias", ha dicho a la AFP Ayesha Khatun, subdirectora de los servicios meteorológicos de Bangladesh.

Bangladés es un país que se ve afectado regularmente por ciclones que han causado cientos de miles de muertes en las últimas décadas, y cuya frecuencia e intensidad han aumentado en los últimos años. Sin embargo, las autoridades han mejorado significativamente su capacidad de anticipación en los últimos años, y en febrero Fani, el mayor huracán que azotó el país en cinco años, mató a 12 personas. En comparación, en 2007, el ciclón Sidr había matado a más de 3.000 personas.