Boris Johnson puede lograr el mayor éxito electoral desde la época de Margaret Thatcher, según el último sondeo de YouGov, publicado por el diario The Times. De acuerdo con los resultados basados en más de 100.000 entrevistas, los conservadores ganarían 359 escaños (+42), lo que supondría para Johnson gobernar con una cómoda mayoría de 68 diputados. Muchas de las ganancias de los tories serían a costa de los laboristas, a los que sacan una ventaja de 11 puntos. El partido de Jeremy Corbyn se encaminaría, según el sondeo, hacia una brutal derrota y quedaría con apenas 211 escaños (-51). El fracaso sería aún más llamativo teniendo en cuenta que los conservadores llevan nueve años en el poder y la manera desastrosa en que han gestionado el brexit. Johnson es además un líder polémico, que divide a la opinión pública, incluidos sus votantes de toda la vida. Si la previsión de YouGov se cumple, el resultado de Corbyn sería muy similar a la histórica debacle de Michael Foot en 1983, otro líder del ala izquierdista del laborismo, que también prometía nacionalizaciones y aumento de los impuestos. Foot fue barrido por Thatcher y se quedó con 209 escaños, el peor resultado desde 1918.

De acuerdo con el sondeo, estaríamos ante una vuelta al bipartidismo. La batalla del 12 de diciembre se librará entre los dos grandes partidos, conservadores y laboristas, y no a tres, como se había pensado al inicio de la campaña. Los liberales apenas dividirán el voto proeuropeo y su influencia será mínima. En el Partido Laborista cunde el pánico. A dos semanas del veredicto en las urnas, Corbyn ha decidido cambiar su estrategia electoral. Hasta ahora los laboristas consideraban que el mayor peligro podría venir de los Liberal Demócratas, que con una predicción de 13 escaños, a penas ganarán uno más del que tienen. Corbyn y los suyos, en cambio, habrían valorado a la baja la posibilidad de perder a manos de los conservadores a los simpatizantes que votaron a favor del brexit, en zonas de Inglaterra como las Midlands y en el Norte. La práctica desaparición del Partido del Brexit, de Nigel Farage, parece haber cambiado esa tendencia. La promesa de Corbyn celebrar un segundo referéndum no convence.