¿Le tendieron una trampa? ¿Fue una conspiración motivada por la venganza como se insinúa en los círculos próximos a Enmanuel Macron? ¿Qué papel han jugado los tres personajes que ocupan el centro del affaire Griveaux? De momento hay más preguntas que respuestas en la investigación sobre las imágenes y textos sexuales que provocaron la caída del candidato del presidente francés a la alcaldía de París.

El activista ruso que divulgó las imágenes, Piotr Pavlenski, de 35 años, y su novia, Alexandra de Taddeo, de 29, han pasado la jornada declarando ante el juez. De Taddeo ha sido inculpada por un atentado contra la intimidad y ha salido en libertad bajo control judicial.

Destinataria de las imágenes enviadas por Griveaux, De Taddeo es una brillante estudiante de derecho y compañera sentimental del ruso desde hace poco más de un año. Su perfil se aleja mucho del activismo político.

Estudió Ciencias Políticas en Toulouse y derecho internacional público en París. Aunque tenían que ser borrados, conservó los vídeos que Griveaux le mandó en mayo del 2018, cuando era portavoz del Gobierno. No obstante, ha negado ser la responsable de su divulgación.

Su familia sospecha que ha sido manipulada por Pavlenski, agitador acostumbrado a desafiar al Kremlin que obtuvo en el 2017 el estatus de refugiado político en Francia huyendo de la justicia rusa, que le acusaba de agresión sexual.

Sus performances son difíciles de olvidar: se roció de gasolina ante la antigua sede de la KGB, se clavó los testículos en el pavimento de la plaza Roja y se cosió la boca para apoyar a las Pussy Riot. Hace cinco días reivindicó la difusión de los vídeos sexuales en el portal de internet Pornopolitique para denunciar la «hipocresía» de Griveaux quien, a su juicio, hace en privado lo contrario de lo que dice en público.

Completando el enigmático puzzle aparece Juan Branco, joven abogado franco-español de 29 años amigo de Pavlenski, antiguo miembro del equipo defensor de Julian Assange, próximo a miembros radicales de los chalecos amarillos. El papel de Branco en la difusión de las grabaciones es confusa pero la policía ha puesto el foco en la fiesta que organizó en el pleno barrio latino de París la pasada Nochevieja a la que estaban invitados Pavlenski y su novia.

Según Le Monde, De Taddeo habló esa noche de una «acción importante» que podría obligar al artista ruso a solicitar la defensa de Branco, que ahora mismo está siendo investigado para saber si deontológicamente puede hacerse cargo del caso.

La velada de fin de año terminó con una pelea en la que el activista ruso hirió con un cuchillo a dos invitados que intentaban contenerle después de haber pegado a un tercero.