La Policía de México está investigando al expresidente Enrique Peña Nieto, como parte de un caso de presunta corrupción del más alto perfil en los últimos años, según avanzó a 'The Wall Street Journal' un alto funcionario judicial de México.

La investigación formaría parte de un amplio caso contra Emilio Lozoya, el ex jefe de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Lozoya fue arrestado en España la semana pasada y está esperando una audiencia sobre la solicitud de México para su extradición.

Investigan los sobornos

Los fiscales mexicanos lo acusaron de recibir millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht SA y la siderúrgica mexicana Altos Hornos.

"La oficina del fiscal general tiene evidencia de que la corrupción de Lozoya llega al más alto nivel", dijo a 'The Wall Street Journal' el alto funcionario refiriéndose a Peña Nieto. "La extradición y cualquier posible confesión de Lozoya son elementos que, junto con las investigaciones en curso, decidirán si el ex presidente será acusado en el futuro".

La investigación de México sobre las acusaciones de Odebrecht se abrió a principios de 2017, pero no dio lugar a ningún cargo hasta después de que expirara el mandato de Peña Nieto a fines de 2018.

Si Peña Nieto finalmente es procesado, sería la primera vez que un presidente mexicano moderno se enfrenta a cargos de corrupción en los tribunales. En cualquier caso, los cargos no son probables a corto plazo, ya que la extradición de Lozoya por sí sola podría llevar varios meses.

El caso Lozoya

Antes de convertirse en fugitivo en mayo, Lozoya dijo que era inocente. Después de su arresto en España, su abogado con sede en México, Javier Coello Trejo, dijo en una televisión mexicana que su cliente "no actuó por su cuenta", lo que implica que estaba siguiendo las órdenes de sus superiores. Como jefe de Pemex, Lozoya habría reportado directamente a Peña Nieto.

Odebrecht admitió haber sobornado a gobiernos de América Latina y otros lugares a cambio de contratos como parte de un acuerdo con las autoridades estadounidenses en 2016. El escándalo ya ha llevado a la cárcel a muchos ex altos funcionarios de toda América Latina, incluidos los ex presidentes de Perú, Panamá y Brasil.