"Brasil tiene que volver a la normalidad inmediatamente. Hay que acabar con esa crisis de histeria. Brasil no va a parar"(...) "¿Algunos van a morir? Van a morir. Lamento, lo lamento, esa es la vida, es la realidad". El presidente Jair Bolsonaro se empecina en banalizar los efectos de la pandemia y no deja de recibir expresiones de rechazo en Brasil. "Para el 90 % de la población, (el coronavirus) es una gripecita o nada", señaló también sobre la pandemia durante una entrevista con TV Bandeirantes. El capitán retirado aseguró que no cree la cifra de víctimas fatales en Italia. "La mayoría de las muertes no tiene nada que ver con el coronavirus, nada que ver. Son personas que estaban en una región fría y todos con una media de edad de 80", dijo sobre lo que sucede en el norte italiano.

Bolsonaro también desconfía de las cifras oficiales en Sao Paulo, el corazón industrial brasileño, que se ha enfrentado con el Gobierno Federal por su decisión de decretar una cuarentena. La region paulista concentra buena parte de los contagios y los decesos. A un mes de que se detectar el primer caso, Sao Paulo contabiliza 68 de los 92 decesos por coronavirus y 1223 de las 3500 infecciones. Esa cifra, insistió el capitán retirado, "es muy grande" y a su criterio, inverosímil. "Hay que ver lo que está pasando ahí. No puede ser un juego de número para favorecer el interés político", se quejó.

"Quien tenga un empleo, que vaya a trabajar", alentó. El Gobierno de ultraderecha lanzó una campaña en esa dirección que es promovida especialmente en las redes sociales por los hijos de Bolsonaro y en abierto entredicho no solo con Sao Paulo sino con otros estados como Río de Janeiro que se aprestan a redoblar las restricciones. La subestimación de la pandemia causa también alarma mundial. De acuerdo con el diario paulista Folha, un equipo de 30 científicos del Imperial College de Londres ha instado a adoptar estrategias radicales de aislamiento para salvar más de un millón de vidas en Brasil.

Primeros desafíos

A contramano de las recomendaciones del clan Bolsonaro, el viceministro de Salud, João Gabbardo dos Reis, consideró que las sugerencias formuladas por el presidente no cambian las pautas de esa cartera para evitar que crezcan exponencialmente los contagios. El ministerio, subrayó, continuará aconsejando a las personas que reduzcan la circulación en las calles. En la tarde del viernes, la Justicia Federal prohibió al Gobierno de ultraderecha adoptar medidas contra las cuarentenas. También suspendió la validez de dos decretos emitidos por el Poder Ejecutivo que clasificaban las iglesias y las casas de lotería como "servicios esenciales". Bolsonaro había adoptado esa medida para favorecer especialmente a los cultos evangelistas que forman parte de la coalición política que lo sostiene. Para el juez Márcio Santoro Rocha está "claro que el decreto pone en riesgo la efectividad de las medidas de aislamiento y aplanamiento de la curva del COVID-19, que son hechos notorios y ampliamente reportados por la prensa". Según el magistrado, las restricciones que rigen en algunos estados "son fundamentales para que el Sistema de Salud, público y privado, no colapse, con una extensión impredecible de las trágicas consecuencias a las que esto puede conducir".

Un ministro pasea por la playa

Paulo Guedes, el gurú económico del Gobierno, tampoco parece tomarse demasiado en serio los problemas derivados de la pandemia. Y para demostrarlo, el ministro de Economía se dejó fotografiar mientras paseaba por las playas de Ipanema, en una Río de Janeiro que a partir del lunes extiende las medidas de autoconfinamiento. "Algo muy extraño afecta a la República brasileña. Mientras la crisis empeora mostrando una nación en conflicto, con oscuras repercusiones en la economía, el ministro Guedes, acompañado de su esposa, caminó por Ipanema, ajeno a las recomendaciones de aislamiento e igualmente distante del debate sobre las medidas", señaló Jornal do Brasil. "En el momento en que la mayoría de los brasileños no saben si tendrán medios para sus necesidades básicas, si les faltarán alimentos o recursos para cumplir con sus obligaciones de subsistencia, el Chicago Boy se exhibe, expuesto al sol, en una escena inconcebible en un momento en que la economía del país está amenazada de derretirse, tragada por el devastador virus", añadió el diario carioca.