Un "cacerolazo" y la masiva presencia de manifestantes frente a la Casa Blanca desafiaron este martes el comienzo de la tercera jornada de toque de queda en la capital estadounidense, escenario de disturbios en los últimos días que han determinado el despliegue de tropas de la Guardia Nacional.

Justo a las 19.00 hora local (23.00 GMT), cuando daba inicio la restricción en el Distrito de Columbia, donde está Washington, las cacerolas empezaron a sonar en algunas zonas, en respuesta a una convocatoria que circuló en redes sociales, con la intención se sumarse a las protestas por la muerte, hace ya una semana, del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.

"Esta noche. 7pm. Consigue tus ollas, consigue tus cucharas, dirígete a una ventana o balcón abierto, golpea como el infierno", se leía en uno de los mensajes en Twitter, cuyo autor explicaba que "se llama cacerolazo" y "lo perfeccionaron en América Latina como una forma de protestar contra los regímenes autoritarios durante el toque de queda".

El mismo usuario, al constatar lo ocurrido, agregó: "Es oficial. Los gringos están haciendo cacerolazo".

"Sin justicia no hay paz"

La propuesta surgió aparentemente de la pregunta de otra persona sobre la forma más segura para unir sus voces durante la noche y enviar el mensaje de apoyo al lema que los manifestantes repiten en distintos puntos del país: "Sin justicia no hay paz".

Y la propuesta tuvo buena acogida, pues en varios videos subidos en las redes sociales se escuchaban las cacerolas.

"¡Orgulloso de ser parte de un vecindario que se preocupa! (En) BrightwoodPark y Petworth vecinos hacen ruido desde nuestras casas para protestar contra el toque de queda y la brutalidad policial", afirmó un usuario.

Mientras la mayoría de los habitantes de Washington DC acataban la orden de permanecer en casa debido al toque de queda, varios miles de personas decidieron quedarse en los alrededores de la Casa Blanca.

El parque de Lafayette Square, de donde este lunes fue dispersados los manifestantes con gases lacrimógenos para que el presidente estadounidense, Donald Trump, pudiera cruzar a pie la plaza y hacerse una foto delante de una iglesia, estaba repleto de gente cuando el reloj marcó la 19.00 horas y los presentes parecían poco dispuestos a retirarse en cumplimiento del toque de queda.

Saqueos y extensión del toque de queda

En Nueva York, también se vivió anoche una nueva ola de protestas ciudadanas reclamando justicia y en contra del racismo, pese al aviso de las autoridades de que el coronavirus se puede extender y tras una noche de saqueos en Manhattan que llevó al alcalde a extender el toque de queda hasta el próximo domingo en un intento por frenar unos disturbios que han dejado partes de la ciudad muy afectadas y que han disparado la tensión política.

A pesar de que estas protestas diurnas son pacíficas, el toque de queda, el primero en la Gran Manzana en casi 80 años, se adelantará a las 8 de la tarde, después de que el lunes el grueso de la violencia comenzara justo al anochecer, antes de que entraran en vigor las restricciones, que habían sido fijadas para las 11 de la noche.

Numerosas tiendas del centro de Manhattan, sobre todo establecimientos de lujo, fueron saqueadas durante la noche, mientras que también se registraron importantes disturbios en áreas de El Bronx, incluidos ataques a por lo menos dos agentes de Policía.