El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, asume que todos los estados de la UE, España incluida, tendrán que hacer renuncias para lograr un acuerdo sobre el fondo de recuperación europeo y el marco presupuestario plurianual cuya aprobación está prevista en la cumbre europea de este fin de semana en Bruselas.

Sánchez ha comparecido en rueda de prensa tras su reunión con Stefan Lövfen, primer ministro de Suecia, uno de los cuatro países denominados "frugales" y más reticentes con la aprobación del fondo. El mandatario sueco también confía en el acuerdo y promete cesiones aunque sigue defendiendo que dicho fondo se reparta mediante créditos y no subvenciones directas.

Los dos han subrayado que quieren que se llegue al consenso en julio -"si retrasamos la respuesta retrasamos la recuperación, y eso es algo que no nos podemos permitir", ha dicho Sánchez- pero han admitido que será muy difícil lograrlo.