Una delegación compuesta por autoridades israelís y estadounidenses y encabezada por Jared Kushner, yerno y asesor del presidente Donald Trump, ha partido este martes en el primer vuelo directo entre Israel y Marruecos, donde tratarán sobre el establecimiento de vínculos diplomáticos entre ambos países.

El avión de la compañía aérea israelí El Al, con la palabra "paz" en hebreo, árabe e inglés, partió del aeropuerto de Ben Gurión con destino a Rabat, donde la delegación mantendrá encuentros con autoridades locales y posiblemente con el rey Mohamed VI, aunque por ahora no han trascendido más detalles de su agenda. Durante la visita se prevé que se firmen cuatro Memorandos de Entendimiento, en áreas relacionadas con finanzas, aviación, agua y visados.

"Estuve aquí hace unos meses para realizar el primer vuelo a Emiratos Árabes Unidos, y ahora vemos vuelos comerciales que van y vienen a diario", dijo Kushner en una breve ceremonia frente al avión antes de embarcar , y agregó: "Mi esperanza es que el vuelo de hoy a Marruecos genere el mismo impulso".

Kushner se refirió al presidente estadounidense, que dijo "ha trabajado muy duro estos cuatro años para crear una política racional en Oriente Medio, y lo ha hecho acercando a los pueblos. Ha sido un honor ser parte de esto".

Turismo y economía

El máximo representante de la delegación israelí en el viaje es el asesor de Seguridad Nacional, Meir Ben Shabat, que antes de abordar el avión señaló que el vuelo de hoy es un intento de convertir los logros diplomáticos en logros concretos y tangibles, específicamente en las áreas de turismo, economía y agricultura. "Estamos viendo la historia escribirse frente a nuestros ojos", añadió.

El vuelo de esta jornada sigue el anuncio el pasado 10 de diciembre de un acuerdo de establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Marruecos, promovido por la Casa Blanca y anunciado en simultáneo con el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, un territorio pendiente de descolonización.

Este acuerdo de normalización es el cuarto anunciado entre Israel y países árabes en los últimos cuatro meses, tras el establecimiento de lazos con Emiratos Árabes Unidos y Baréin, y el anuncio de que Sudán haría lo propio.