La escalada en la guerra de vacunas desatada a raíz de la prohibición ‘de facto’ del Reino Unido a exportar las dosis producidas en su territorio por la farmacéutica AstraZeneca ha llevado a la Comisión Europea a endurecer todavía más el mecanismo de control de exportación de vacunas. La Unión Europea no solo tendrá en cuenta si los fabricantes cumplen con los contratos de compras anticipadas firmados con la UE. En adelante también se examinará si el país de destino restringe el envío de antídotos o de material para fabricarlas, la situación epidemiológica y el nivel de vacunación en el país de destino.

“Mientras nuestros Estados miembros se enfrentan a una tercera ola de la pandemia y no todas las empresas cumplen con sus contratos, la UE es el único gran productor (de vacunas) de la OCDE que sigue exportando vacunas a gran escala a docenas de países. Pero las carreteras deberían estar abiertas en ambas direcciones. Por eso la Comisión introduce los principios de reciprocidad y proporcionalidad”, ha justificado la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen. Según fuentes comunitarias, no se trata de responder con un ojo por ojo, pero sí de ser justos y equitativos.

El origen de esta decisión se encuentra en la negativa de Londres a exportar al territorio comunitario las dosis producidas por AstraZeneca en las dos plantas que tiene en la isla y en el hecho de que el Reino Unido es precisamente el gran beneficiado de las vacunas producidas en la UE.

Desde la entrada en vigor de este mecanismo de control, la UE ha aprobado 380 solicitudes de exportación -ha rechazado 1 sola- que han permitido enviar 43 millones de dosis a 33 países: Reino Unido (10.9 millones). Canadá (6,6 millones), Japón (5,4 millones), México (4,4 millones), Arabia Saudí, Singapur y Chile (1,5 millones respectivamente), Hong Kong (1,3 millones), Corea y Australia (1 millón cada uno). Pero "hay muchas más vacunas exportadas a otros países y muchas más que se exportaron antes de que el mecanismo entrara en marcha", ha recordado el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovkis.

Acceso a una cuota justa

Unas cifras que confirman, según fuentes del Ejecutivo comunitario, que el movimiento no busca prohibir las exportaciones sino garantizar el acceso a una cuota justa para los europeos. “380 decisiones de exportación y solo una bloqueada demuestran que no es nuestra intención bloquear nada. Al contrario. La UE es el principal exportador. Es el único bloque que está exportando vacunas al resto del mundo pero tenemos que asegurarnos del acceso para nuestros ciudadanos”, insisten fuentes europeas.

Además de los dos nuevos criterios -reciprocidad y proporcionalidad- a la hora de evaluar las solicitudes de exportación, la Comisión Europea ha decidido incluir en el mecanismo de autorización las exportaciones a 17 países vecinos que anteriormente exentos. Entre ellos figuran por ejemplo Suiza, Israel, Noruega o Serbia entre otros.

La decisión ha coincidido con el descubrimiento de un stock de 29 millones de vacunas de AstraZeneca en la planta de la empresa Catalent, en Anagni, cerca de Roma. Según el diario italiano La Stampa, las autoridades italianas inspeccionaron la factoría tras una visita del comisario de mercado interior, Thierry Breton, a la planta gestionada por Halix en Países Bajos, que también utiliza AstraZeneca pero que todavía no tiene autorización de la Agencia Europea del Medicamento. Según el diario italiano, Bruselas y Londres estarían compitiendo por este stock. Fuentes del Ejecutivo comunitario han indicado, en cambio, que el destino de este stock serían Europa y los países de la red COVAX. “No todas están destinadas a la UE”, han confirmado.