Dos meses y cinco días después del inicio de su presidencia, Joe Biden ofreció el jueves la primera rueda de prensa de su mandato, un tira y afloja con la prensa que sirvió para dar oficialmente por terminada la luna de miel en la que ha vivido desde que aterrizara en la Casa Blanca. Tras sus éxitos iniciales con la campaña de vacunación y la aprobación de un masivo paquete de estímulo, el demócrata ha visto cómo los imprevistos se acumulaban sobre su mesa, desde la crisis migratoria en la frontera a la violencia armada, por no hablar de la reanudación de los ensayos con misiles norcoreanos o el tempestuoso arranque de la relación con China. Ese país desafía como ningún otro la posición hegemónica de Estados Unidos en el mundo, una posición que Biden se comprometió a mantener.

"China no se convertirá en el líder mundial mientras yo sea presidente", afirmó el demócrata tras subrayar que pretende aumentar la inversión pública en investigación, ciencia e infraestructuras para contrarrestar el ascenso chino y preservar el liderazgo estadounidense en el mundo. Biden explicó que, en la primera conversación que mantuvo Xi Jingpin el mes pasado, le dijo que EE UU "no busca la confrontación" a pesar de que sabe que habrá "una competencia feroz". Y se comprometió a seguir denunciando públicamente las violaciones chinas de los derechos humanos, así como a trabajar con otras democracias para obligar a Pekín a rendir cuentas cuando infringe las normas internacionales.

Como ha afirmado en otras ocasiones, explicó que la gran pugna geopolítica de este siglo se libra entre las democracias y autocracias como la china y la rusa. "Eso es lo que está en juego. Tenemos que demostrar que la democracia funciona". Y en ese sentido los desafíos que enfrenta en casa son monumentales. Empezando por las más de 250 leyes introducidas por los republicanos en 43 estados para restringir el voto. Biden las comparó con las leyes Jim Crow que durante décadas sirvieron para restringir los derechos de los afroamericanos e institucionalizar la segregación racial. "Lo que me preocupa es lo antiamericanas que son estas iniciativas. Es realmente enfermizo", dijo tras mostrar su disposición a combatirlas desde el ámbito federal.

Reforma del filibusterismo

Para conseguirlo y lograr que el Congreso proteja el derecho al voto tendría muy probablemente que eliminar el filibusterismo, la maniobra legislativa que obliga a aprobar muchas leyes en el Senado con una mayoría cualificada de 60 votos, nueve más de los que tienen los demócratas. Biden reiteró que preferiría reformar el filibusterismo, que definió como una reliquia de los años de Jim Crow, a eliminarlo completamente. Pero también subrayó que si la maniobra acaba provocando un completo bloqueo legislativo irá "más allá".

La rueda de prensa se prolongó durante cerca de una hora, en la que Biden atendió a más de una veintena de preguntas. Dejó varios titulares, como su intención de presentarse a la reelección dentro de cuatro años, cuando tendría casi 82 años. O el nuevo objetivo de su Administración en la campaña de vacunación: alcanzar los 200 millones de vacunados cuando se cumplan los 100 primeros días de su mandato. Su aspiración inicial de llegar a los 100 millones la cumplió en solo 59 días.

Frontera desbordada

Quizás el mayor problema que tiene en estos momentos sobre la mesa es la situación en la frontera. La llegada de inmigrantes se ha triplicado respecto a febrero del año pasado y particularmente los centros de acogida para menores están completamente desbordados. Uno de ellos, en Tejas, ha superado un 1500% su capacidad. "Vamos a sacar rápidamente de allí a un millar de esos niños. Es totalmente inaceptable", dijo Biden. El presidente pidió tiempo para solucionar la situación, que achacó en gran medida a las políticas de Donald Trump para desmantelar los centros de acogida para menores. También insistió en que la mayoría de los adultos que llegan están siendo inmediatamente deportados, una política distinta a la aplicada con los niños. Su Administración, dijo, trabaja para recolocarlos con sus parientes en EEUU.