Biden responde a la presión. El presidente que desdeñó el conflicto israelí-palestino de su lista de prioridades en materia de política exterior ahora, tras una semana de ofensiva sobre Gazainterviene. Durante una llamada telefónica al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, Biden ha expresado su “apoyo a un alto el fuego”, algo que no había hecho hasta ahora de manera explícita. “El Ejército israelí no está hablando de un alto el fuego, estamos concentrados en seguir disparando”, ha dicho el portavoz militar israelí Hidai Zilberman. 

Hasta ahora la administración Biden había centrado sus esfuerzos en hacer un llamado a la “calma” y a la “contención”. Desde que comenzaron las hostilidades el pasado lunes, el demócrata ha insistido en el derecho de Israel a defenderse ante “los ataques indiscriminados con cohetes”, declaración que ha reiterado durante su llamada telefónica. Por primera vez en ocho días, ha manifestado su defensa de un alto el fuego con “la involucración de Estados Unidos y Egipto para ese fin”.

Gaza amanece sin un muerto más en el contador en una aparente relajación de la ofensiva. Aunque el primer ministro israelí declaró durante la noche del lunes que los ataques “seguirán durante 48 horas”. Este nuevo comunicado de Biden trae cierta esperanza a una franja desolada. La Media Luna Catarí ha denunciado el ataque a una de sus oficinas en Gaza, que ha dejado dos muertos y diez heridos. 

Durante la última semana, Estados Unidos había bloqueado tres intentos de emitir una declaración conjunta por el Consejo de Seguridad que condenara los bombardeos israelís e instara a un alto el fuego. En paralelo, la administración Biden ha hecho uso de la vía diplomática. Hady Amr, subsecretario adjunto de Asuntos Palestinos e Israelís, lleva días reuniéndose con las dos partes sin resultados positivos por ahora. “Intenso y silencioso” trabajo diplomático, ha defendido la Casa Blanca. 

Venta de armas

También en el Congreso estadounidense se fragua un paulatino cambio. Algunos legisladores han puesto en duda una venta de armas a Israel aprobada por 735 millones de dólares por parte de la administración demócrata. Se cuestionan si podría usarse como alimento al continuo bombardeo de la Franja de Gaza, aunque fue aprobada el pasado 5 de mayo, antes del inicio de la ofensiva. Un sector del Congreso ve incompatible esta venta con un alto el fuego.

A modo de anticipo, Netanyahu había dicho horas antes de la llamada que continuarán “atacando los objetivos terroristas”. Estos ataques ya se han cobrado la vida de 212 palestinos, entre los cuales se cuentan 61 niños. También han transformado la Franja en un montón de escombros y ruinas. Este lunes el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, ha asegurado no haber visto pruebas de que tal y como había declarado Netanyahu, Hamás usara el edificio residencial bombardeado que servía de oficina de medios como Al Jazeera y Associated Press.

También este martes tiene lugar la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores de la UE, convocada por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para abordar el conflicto. Mientras, Egipto, Catar y Jordania siguen enfrascados en conversaciones en busca de una solución.