Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron este lunes unas maniobras militares conjuntas anuales, pese a la reciente amenaza de Corea del Norte de desatar una "gran crisis de seguridad" por su celebración.

Las maniobras, que se prolongarán durante nueve días, se basan en simulaciones computerizadas y no ejercicios de campo, y son de naturaleza defensiva, señaló el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS, por sus siglas en inglés) en un comunicado.

El número de efectivos participantes será limitado por la covid-19 y su escala será así inferior a la de otras maniobras de marzo.

En varios mensajes publicados la semana pasada, el régimen norcoreano acusó a los aliados de "malograr" la oportunidad de un acercamiento por mantener las maniobras pese a sus esfuerzos por dialogar y volvió a interrumpir su comunicación directa con Seúl, que había reactivado el 28 de julio tras cortarla hace un año.

Seúl y Washingon celebran de forma regular maniobras militares, principalmente en primavera y verano, unos ejercicios ante los que Pionyang lleva décadas protestando al considerarlos un simulacro de invasión de su territorio y, por ello, una amenaza a su soberanía.

La dimensión de estos ejercicios se ha reducido en años recientes para facilitar las estancadas conversaciones destinadas a persuadir a Corea de Norte para que abandone sus programas nuclear y de misiles a cambio del alivio de sanciones, pero Pionyang viene demandando que las maniobras desaparezcan por completo.

Estados Unidos mantiene a unos 28.500 soldados en Corea del Sur a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953), el conflicto civil por el que se dividió la península y al que se puso fin con un armisticio que nunca ha sido sustituido por un tratado de paz, lo que mantiene al territorio técnicamente en guerra.