El Gobierno de Portugal decidió adelantar las restricciones que tenía previstas para enero ante el avance de la sexta ola de contagios de covid y anunció medidas más duras para las celebraciones navideñas, como la obligación de presentar un test negativo para acceder a restaurantes.

"Estamos entrando en un periodo particularmente difícil donde la gente tiende a juntarse", explicó el primer ministro, António Costa, en rueda de prensa, donde presentó las medidas que marcarán las fiestas navideñas de los portugueses.

El ocio nocturno cerrará a partir del 25 de diciembre y no el 2 de enero, como estaba previsto anteriormente; se adelanta el teletrabajo obligatorio y se exigirá test negativo, incluso a vacunados, para acceder a restaurantes en Nochebuena, Navidad y Nochevieja.