Un incendio desatado la madrugada de este domingo en el Parlamento de Sudáfrica seguía más de doce horas después activo y mantenía en jaque a los equipos de emergencia de Ciudad del Cabo (suroeste), que no habían podido evitar el hundimiento de algunas partes del edificio.

"Mientras estas investigaciones continúan, pienso que estamos unidos como nación en nuestra tristeza por la destrucción del hogar de nuestra democracia", dijo el presidente del país, Cyril Ramaphosa, tras acudir al lugar para valorar los daños provocados por el fuego.

Tras el emotivo funeral de Estado celebrado este sábado para dar su último adiós al arzobispo emérito Desmond Tutu -fallecido el día 26 de diciembre a los 90 años de edad- los sudafricanos despertaron hoy con las redes sociales inundadas por imágenes de grandes llamaradas y una densa humareda elevándose sobre el Parlamento.

Las autoridades creen que el fuego comenzó en el edificio más antiguo del recinto (la "Antigua Asamblea"), cuya construcción terminó en 1884, para después extenderse al ala más nueva que aloja la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento sudafricano, donde el fuego aún estaba activo al caer la tarde el domingo.

"Todo el edificio (del Parlamento) ha sufrido grandes daños por el humo y el agua", señaló esta tarde el responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Ciudad del Cabo, Jean-Pierre Smith.

En concreto, el techo de esa sección más antigua "se hundió", así como el tercer piso de ese inmueble, donde los servicios de emergencia temían que el fuego se extendiera rápidamente a causa de la decoración de madera, tapices y cortinas, si bien finalmente las llamas pudieron ser contenidas.

Las autoridades locales de Ciudad del Cabo confirmaron que no sufrió daños la biblioteca parlamentaria, hogar de una importante colección de arte.

Según Jermaine Carelse, portavoz del servicio de Bomberos y Rescate de Ciudad del Cabo, los equipos de emergencia fueron notificados del incendio alrededor las 06.00 hora local (04.00 GMT).

Después de que un primer contingente de 36 bomberos tratara de extinguir el fuego sin éxito y pidiera refuerzos, unos 70 efectivos fueron desplegados y "la situación permanece fluida", según Carelse.

Fallos detrás del incendio

Este es el segundo incendio que sufre el recinto del legislativo sudafricano en el último año, después de que un fuego estallara en la "Antigua Asamblea" en marzo de 2021, siendo después rápidamente extinguido.

Sobre la posible relación entre ambos incidentes, la ministra de Infraestructura y exalcaldesa de la urbe, Patricia de Lille, declaró a los medios que está examinando los informes posteriores al incidente de marzo para analizar el progreso alcanzado en la implementación de las recomendaciones que se hicieron entonces.

Según recogen medios locales, ese informe encontró varias deficiencias en relación a los detectores de humo y las cámaras de seguridad, por ejemplo.

En este sentido, en declaraciones a los medios esta tarde, De Lille reveló que, no solo los sensores de incendios tardaron en responder este domingo, sino que los aspersores no funcionaron porque la válvula del agua estaba cerrada.

"Parece que el sistema de detección de incendios fue bastante lento para alertar a los bomberos", añadió Jean-Pierre Smith.

Por otro lado, el principal sindicato de trabajadores del sector público de Sudáfrica -el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Salud y Afines (Nehawu)- entre cuyos miembros se cuentan empleados de seguridad del Parlamento, denunció que, debido a recortes presupuestarios, el personal no estaba trabajando durante los fines de semana de la temporada festiva.

Aunque las causas del incendio no son aún conocidas, las fuerzas de seguridad detuvieron a un sospechoso de unos 50 años en el Parlamento, según confirmó la policía en sus redes sociales.

El hombre, que fue arrestado y entregado a la unidad policial de élite conocida como Hawks (Halcones), será llevado ante la justicia el próximo martes, bajo los cargos de "allanamiento de morada y robo", según confirmó la portavoz de este cuerpo, Thandi Mbambo.

Ciudad del Cabo ya experimentó el pasado mes de abril otro incendio traumático, cuando un fuego se desató en la famosa Montaña de la Mesa, que forma parte del parque nacional homónimo.

EL fuego se extendió más tarde al campus de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT, por sus siglas en inglés) y arrasó su histórica Biblioteca Jagger, quemando miles de valiosos libros antiguos y manuscritos sobre el continente africano.