La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, fue evacuada de las oficinas del Comité Nacional Demócrata en Washington el 6 de enero de 2021, momento en el que era vice electa, minutos después de que se descubrieran dos artefactos explosivos en la zona.

Un exfuncionario de las fuerzas del orden y un funcionario de la Casa Blanca han confirmado que la persona anónima que fue escoltada a las 1.14 horas (hora local) desde las oficinas del Comité Nacional Demócrata (DNC) hasta una zona segura, era Kamala Harris.

Esta evacuación se produjo solo siete minutos después de que la Policía del Capitolio descubriera dos bombas -hechas de acero galvanizado- en las cañerías del edificio, cerca de la sedes del Partido Demócrata (DNC) y del Comité Nacional Republicano.

"Ella estuvo allí hasta que fue evacuada", ha dicho un funcionario de la Casa Blanca, tal y como recoge la cadena NBC News, presencia que también ha sido confirmada por una segunda fuente: "Se fue al DNC con planes de regresar cuando comenzaran los procedimientos", ha dicho.

Además, ha agregado que Harris llamó en repetidas ocasiones para asegurarse de que el personal estaba bien, ya que se escuchaban numerosos golpes mientras la Policía se enfrentaba a decenas de manifestantes fuera del edificio.

"Ese día no solo fui vicepresidente electa. También fui senadora de Estados Unidos. Y estaba aquí en el Capitolio esa mañana, en una audiencia secreta con otros miembros del Comité de Inteligencia del Senado. Horas más tarde, las puertas del Capitolio fueron perturbadas", ha dicho Harris, tal y como recoge la cadena ABC News.

Los republicanos, contra Biden

El expresidente Donald Trump ha respondido al discurso de Biden acusándole de hacer un "teatro político": "Los demócratas quieren ser dueños de este día 6 de enero para poder avivar los temores y dividir a Estados Unidos", ha dicho.

Trump ha defendido en un comunicado, recogido por la cadena estadounidense ABC News, que ver a Biden hablar es "doloroso para muchas personas": "Ellos son los que intentaron detener la transferencia pacífica con una elección amañada".

En un cruce de acusaciones entre la Casa Blanca y los republicanos, el senador Lindsey Graham, partidario de Trump, ha insistido en que Biden quiere politizar el 6 de enero: "La presidencia de Biden, un año después del 6 de enero, está en caída libre no por el ataque a nuestro Capitolio, sino por políticas fallidas y liderazgo débil".

Además, ha asegurado que Biden "fracasará" porque "parece incapaz de lidiar con los desafíos que enfrenta Estados Unidos", según ha publicado el republicano en su perfil oficial de Twitter.

El representante republicano por Luisiana, Steve Scalise, ha condenado la violencia del 6 de enero, aunque ha acusado a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y otros demócratas de utilizar el aniversario con fines partidistas, según recoge Bloomberg.

"Lo ha convertido en un teatro político diseñado para distraer la atención de las muchas crisis y fracasos de la administración Biden que están perjudicando a las familias estadounidenses, como la inflación, los altos precios de la gasolina, la crisis fronteriza y la mala gestión de la COVID-19", ha resaltado Scalise.

Por otro lado, la senadora por Alaska, Lisa Murkowski, una de los siete dentro del partido republicano que votaron a favor de condenar a Trump en enero del año pasado en su segundo juicio político, culpó al expresidente y aseguró en un comunicado que "incitó" a la mafia que irrumpió en el Capitolio.

"Un año después, la tristeza y la ira de saber que fueron los estadounidenses quienes violaron el centro de nuestra democracia, para frustrar la certificación de una elección legal, permanece conmigo", ha dicho.

Además, tanto el senador republicano por Utah, Mitt Romney, como la senadora demócrata por Minnesotta, advirtieron de que la insurrección no debe olvidarse y de que es trágico que muchos republicanos traten de restarle importancia al suceso.

La Casa Blanc responde

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha tenido que responder en rueda de prensa a numerosas preguntas relacionadas con el cruce de acusaciones entre el expresidente y el actual presidente, sobre todo a la incógnita de por qué durante todo el discurso Biden no ha llamado a Trump por su nombre.

"Sé que el presidente habló de esto él mismo, pero yo diría que solo hay un presidente en la Historia de este país que fomentó una insurrección y, lo que provocó la toma del Capitolio de nuestra nación. Creo que todos sabían a quién se refería", ha defendido Psaki.

Con respecto a las acusaciones de "teatro político", Psaki ha resaltado que eso es una buena señal, dado que vio el discurso: "Tal vez aprendió algo sobre cómo se ve encontrarse con la gente que está sufriendo".

Psaki ha tenido que esquivar el escollo de las críticas republicanas ante la comparación que Kamala Harris ha hecho del asalto al Capitolio con Pearl Harbour y el 11S: "Si miramos hacia atrás, hacia algunos momentos muy difíciles de nuestra historia, allá por 1861, no había banderas confederadas en el Capitolio. En momentos muy oscuros de nuestra Historia, no hubo gente asaltando el Capitolio de nuestra nación", ha dicho.

Asimismo, también ha recalcado que "en lugar de enfocar o analizar comparaciones de momentos en la Historia" sugiere que aquellos que critican "sean parte de la solución de las amenazas a la democracia", ya que están usando como excusa estas declaraciones "para no formar parte de ello".

Sobre los republicanos que no han condenado el asalto al Capitolio, Psaki se ha mostrado clara: "Cuando sus hijos y nietos miren los libros de Historia... ¿Quieren perpetuar la 'Gran Mentira'? ¿Quieren andar como roedores silenciosos detrás del expresidente, que fomentó una insurrección? ¿O quieren ser parte de aquellos que salvaron nuestra democracia?", ha explicado.

Psaki ha dicho que algunos comentarios de los republicanos son desesperados: "No hablamos mucho sobre los intentos de distracción de algunos republicanos en el Congreso".

Con respecto a su posición frente a la labor del Departamento de Justicia, la portavoz de la Casa Blanca ha asegurado que Biden no ha emitido juicios sobre la dirección o las medidas que debe tomar el fiscal general.

"El presidente quiere que el Departamento de Justicia y el procurador general actúen de manera independiente, como lo solicitó cuando aceptó el cargo y como el presidente espera y exige a cualquier procurador general seleccionado", ha zanjado.