La Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas en inglés) no es partidaria de inyectar una cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 a la población general. Al menos de momento. En primer lugar, porque “no hay pruebas” de la necesidad de una cuarta dosis y, en segundo, porque “administrar refuerzos repetidos en intervalos breves de tiempo podría reducir el nivel de anticuerpos que se produce con cada administración” y “podría hacer menos eficiente la vacunación con el tiempo”, ha argumentado el responsable de la estrategia de vacunas del regulador europeo, Marco Cavaleri.

Los reguladores internacionales abordaron esta cuestión en una reunión virtual celebrada la semana pasada. La conclusión de aquel encuentro, según ha explicado Cavaleri, es que las distintas agencias coinciden en que en la idea de “administrar múltiples refuerzos en intervalos cortos de tiempo no sería sostenible a largo plazo”. Para empezar, por el desafío logístico que supone y porque puede generar fatiga entre la población.

Vacuna de temporada

Por ello, la EMA considera que lo más razonable a futuro, si fuera necesario revaluar a la población, sería ofrecer el suero al inicio de la temporada de invierno, como se hace con la gripe. “Esto aumentaría la respuesta de anticuerpos cuando más se necesitan”, ha dicho. Según Cavaleri, de momento no hay datos reales sobre la necesidad y el valor añadido de administrar una segunda dosis de refuerzo -o una cuarta inyección- en la población general y ha insistido que cuando existan datos los analizarán. En todo caso, sí ha reconocido que podría ser una respuesta “razonable” en el caso de “personas con sistemas inmunológicos deprimidos”.

Según los últimos datos disponibles del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) sobre los niveles de vacunación, hasta ahora solo el 40% de la población adulta europea ha recibido la tercera dosis en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo y entorno al 20% de la población adulta todavía no tiene la pauta completa de vacunación frente a un virus que sigue propagándose. 

“Los datos epidemiológicos de Europa muestran un creciente número de infecciones debido a la rápida propagación de la variante ómicron y la situación en el continente sigue siendo muy preocupante”, ha admitido Cavaleri durante una rueda de prensa que ha advertido también del aumento de la presión hospitalaria como consecuencia del aumento de los contagios.