Kenia volvió a su casa después de una larga pesadilla. A los 17 años, mientras cursaba el bachillerato, fue agredida sexualmente. Sufrió un aborto espontáneo, pero fue condenada a 30 años de prisión, una pena agravada que se aplica a algunas interrupciones del embarazo en El Salvador. A pesar del clamor internacional que provocó su caso, ha estado nueve años entre rejas. Este lunes, un juez le ha concedido finalmente la libertad condicional.

La historia de Kenia estuvo asociada al drama desde el principio. Primero, la violación y el señalamiento. Luego la emergencia obstétrica que debió enfrentar sola en un granero. Su padre la encontró desangrada y pidió ayuda. La policía no fue a socorrerla. La detuvo por infringir la ley y se la llevó con las prendas que llevaba puestas. El Código Penal de ese país centroamericano prohíbe la interrupción del embarazo bajo cualquier circunstancia, con penas de hasta ocho años que algunos fiscales y jueces elevan de manera considerable bajo el cargo de "homicidio agravado".

"Celebramos que Kenia sea liberada después de estar nueve años en la cárcel. Seguiremos luchando sin descanso y de forma colectiva para liberar a las mujeres que aún están injustamente detenidas", dijo Morena Herrera, directora de Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (ACDATEE).

Paula Ávila-Guillén es abogada de derechos humanos y directora ejecutiva del Women’s Equality Center. Conoció a Kenia cuando entró a la cárcel, en 2014. "Era una niña de 18 años, llena de esperanzas. La he visto crecer en cárcel y he sido testigo de cómo le ha impactado la pérdida total de la libertad y la agonía de la vida en una prisión de mujeres salvadoreña. Espero que ahora pueda regresar y lograr esos sueños que tuvo hace ocho años".

La libertad condicional de Kenia no ha sido fruto de la compasión. Desde hace años las agrupaciones feministas la reclamaban en las calles. "Debido a nuestro poder colectivo, ella podrá comenzar este año nuevo con su familia. Seguimos instando al presidente (Nayib) Bukele a trabajar para liberar a las otras en prisión", señaló el colectivo Las 17, llamado así por el número de mujeres que hasta antes de las pasadas Navidades estaban en la cárcel. El 23 de diciembre fueron liberadas Karen, Kathy y Evelyn, quienes también habían sufrido abortos espontáneos.

Las 17, con el apoyo de varias celebridades de Estados Unidos, entre ellas las actrices Mila Jovovich, Kathryn Hahn y la abogada Reshma Saujani, le pidieron al presidente salvadoreño la liberación de todas las víctimas de un Código Penal anacrónico. A la par, distintas organizaciones feministas reclamaron al Congreso que se despenalice el aborto a través de una reforma de la legislación vigente. La propuesta tuvo el respaldo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Bukele ya ha cerrado la puerta a esa posibilidad. "He decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida (desde el momento de la concepción), con el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original, un hombre y una mujer), o con la eutanasia", advirtió en su momento desde Twitter.