La guerra lanzada por Rusia en Ucrania tiene abiertos múltiples frentes diplomáticos y este lunes uno de los campos más feroces de esa batalla ha sido la sede de Naciones Unidas en Nueva York. Conforme el organismo celebraba en la Asamblea General y en el Consejo de Seguridad sendas reuniones que abordan la crisis, Estados Unidos ha comunicado a Rusia la declaración como “persona non grata” de 12 de los diplomáticos de la misión de Moscú ante el organismo y les ha ordenado que abandonen el país antes del 7 de marzo.

Al abrir la sesión vespertina del Consejo de Seguridad, cuya presidencia rotatoria este febrero ha tenido Rusia, el embajador de Moscú, Vasili Nebenzia, ha condenado la decisión de Washington como “un paso hostil”. Un representante de EEUU, por su parte, ha defendido la orden de expulsión asegurando que los diplomáticos en Nueva York están “involucrados en acciones no acordes a sus responsabilidades y obligaciones”. Washington ha asegurado que participaban en "actividades de espionaje contrarias a la seguridad nacional".

Crisis humanitaria

La sesión del Consejo servía para empezar a debatir una nueva propuesta de resolución que podría votarse el martes. Presentada por Francia y México, se centra en garantizar la protección de civiles en Ucrania y la ayuda humanitaria ante una crisis que, como ha informado Filippo Grandi, alto comisionado para los refugiados, incluye ya 520.000 personas que han tenido que huir del país, un número que crece a ritmo "alarmante".

Las posibilidades de éxito de la resolución son nulas dado el derecho de veto de Rusia en el Consejo, que Moscú ya ejerció el viernes para hacer fracasar otra resolución que, a diferencia de esta última, “deploraba” sus acciones bélicas en Ucrania. Ese proyecto es el que ha llegado a la inusual sesión de emergencia que ha abierto el lunes la Asamblea General, solo la undécima de su historia y la primera en 40 años del órgano con 193 miembros, que acabará con una votación que no tendrá carácter vinculante pero que sirve para demostrar el aislamiento creciente de Rusia, así como sus respaldos.

En la apertura de la sesión extraordinaria el secretario general de la ONU, António Guterres, ha asegurado que “es totalmente inaceptable esta escalada de violencia, que está dejando civiles muertos, incluyendo niños”. “Basta", ha implorado el portugués, que ante la escalada de retórica y amenazas ha subrayado que “nada puede justificar el uso de armas nucleares”.

 También en esa sesión, en la que más de 100 naciones han pedido intervenir, el embajador de Ucrania, Sergii Kislitsia, ha alertado sobre las consecuencias de la guerra más allá de su país. “Si Ucrania no sobrevive, la paz internacional no sobrevivirá. Si Ucrania no sobrevive la ONU no sobrevivirá”, ha dicho. “Si Ucrania no sobrevive no podemos sorprendernos si lo próximo en fracasar es la democracia”.