El alcalde de la ciudad ucraniana de Mariúpol, Vadim Boichenko, ha acusado este domingo a Rusia de querer eliminar la ciudad portuaria y de llevar a cabo una "acción despiadada" contra todos los residentes, según ha declarado en una entrevista con la agencia de noticias ucraniana Unian.

"No se les ha encargado proteger a nadie. Su tarea es simplemente borrar la ciudad de la faz de la tierra, incluidos sus habitantes. Esto es genocidio, no hay otra forma de llamar a lo que está pasando", ha declarado Boichenko, que ha añadido que un tribunal militar "espera a Putin y a todo el ejército ruso".

Boichenko ha asegurado que la bandera azul y amarilla de Ucrania sigue ondeando sobre Mariúpol y que las tropas rusas no se han hecho aún con el control de la ciudad portuaria. "Nuestros soldados están haciendo todo lo posible para garantizar que esto siga siendo así en el futuro", ha añadido.

Sin embargo, algunas partes de la ciudad ya están bajo control ruso, según explica el alcalde en la entrevista. "La ciudad está rodeada, el anillo se está estrechando (...) Además, el 90 por ciento del parque de viviendas ha resultado dañado de una forma u otra. Se trata de 2600 casas, de las cuales el 60 por ciento tienen un impacto directo por bombardeo. El 40 por ciento ya no es recuperable", ha detallado Boichenko.

Edificios quemados en la ciudad de Mariúpol. EP

En relación a las declaraciones de Rusia sobre el bombardeo al hospital materno infantil de la cuidad portuaria, que el Kremlim calificó de 'fake news', el alcalde de Mariúpol ha asegurado que "Rusia ha mentido, miente y seguirá mintiendo después de la guerra". "Es difícil incluso comentar. Nuestro hospital estaba en la margen izquierda. La orilla izquierda fue la primera en sufrir un bombardeo masivo de las tropas rusas", ha apuntado.

"En el hospital había unas 300 personas solo personal médico. Había personal, mujeres en trabajo de parto y, lo peor, muchos niños. Y no solo los recién nacidos. Este gran edificio albergaba traumatología y cirugía pediátrica. Y hay niños con heridas, esos que sacamos de debajo de los escombros", ha lamentado Boichenko.

El 13 de marzo fue la última vez que el ayuntamiento de la ciudad ofreció información sobre el número muertos desde el inicio de las hostilidades, cuando se contabilizaron más de 2.000 fallecidos. Sobre la cifra actualizada, Boichenko ha preferido no dar datos concretos: "No quiero asustar a nadie. Puedo decir con certeza que esta cifra ya es mucho mayor. Son miles de personas".

Sobre el futuro de la ciudad, asediada por las tropas rusas, el regidor de Mariúpol cree que "el tiempo lo dirá", negándose a comentar el futuro o una posible liberación por parte de las tropas ucranianas desde el exterior.