Las fuerzas del orden francesas neutralizaron esta mañana un artefacto explosivo sin mecanismo de activación que un hombre, que fue detenido horas más tarde, había colocado delante del altar de la catedral de Toulouse (sur) en plena misa antes de darse a la fuga.

Según indicó el fiscal de Toulouse, Samuel Vuelta-Simon, en declaraciones al diario La Dépêche du Midi, el sospechoso es un hombre de 47 años con antecedentes judiciales que fue arrestado en la calle sin oponer resistencia.

El hombre, que de acuerdo con el periódico sufre problemas psiquiátricos, llevaba una gorra y una mascarilla cuando entró en la basílica de Saint Étienne

Simon d'Artigue, cura de la catedral Saint Étienne de Toulouse, explicó a la prensa que durante la misa de las 8.00 de la mañana (6.00 GMT) un hombre entró por una de las puertas de la basílica y dejó una bolsa junto a las escaleras que suben al altar.

Aunque el sacristán que estaba ocupándose de las velas intentó detenerlo, no lo consiguió y el individuo se fue por la misma puerta por la que había entrado.

Los responsables religiosos decidieron proceder a la evacuación de alrededor de una cuarentena de personas que había en el interior y avisaron a las fuerzas del orden, que establecieron un perímetro de seguridad.

El ministro de Interior, Gérald Darmanin, explicó en su cuenta de Twitter que la operación policial pudo concluir "gracias a la intervención rápida de los servicios de los artificieros" y sin víctimas.

En el interior del paquete dejado por el sospechoso, de 20 por 25 centímetros, había un artefacto potencialmente explosivo que contenía ácido clorhídrico y aluminio, pero que no estaba dotado de mecanismo de activación. Todos esos productos pueden comprarse fácilmente en el comercio, hizo notar el fiscal.