El Partido Socialista (PS) de Francia alcanzó un principio de acuerdo para entrar en el frente unido de izquierdas propuesto por Jean-Luc Mélenchon, que deberá ser refrendado en las próximas horas por sus instancias dirigentes, indicaron este miércoles varios responsables políticos.

Se trata de un acuerdo sobre el reparto de circunscripciones para las legislativas de junio próximo, pero también sobre un programa común, indicó en la radio France Info el diputado Adrien Quatennens, portavoz de La Francia Insumisa (LFI), el partido de Mélenchon.

Si se confirma la inclusión de los socialistas, el frente de la izquierda francesa contaría ya con LFI, los ecologistas, que se sumaron el pasado lunes, y el Partido Comunista de Francia (PCF), que lo hizo este martes.

Le partido de Mélenchon prosigue las conversaciones con los trostkistas del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA).

Mélenchon, que con casi el 22% de los votos fue tercero en la primera vuelta de las presidenciales de abril, está logrando su objetivo de unir a la izquierda con el objetivo declarado de ganar las legislativas y obligar al presidente, Emmanuel Macron, a nombrarle primer ministro.

Por ahora ha conseguido sumar a los ecologistas, que consiguieron algo menos del 5% de los sufragios en las presidenciales, a los comunistas, que tuvieron un 2,28%.

Si se suman los socialistas, cuya candidata, Anne Hidalgo, tuvo un 1,74 % de apoyo en las presidenciales, totalizarían el 30 %.

El PS presentará candidatos en unas 70 de las 577 circunscripciones del país, frente al centenar de los ecologistas y el medio centenar de los comunistas, mientras que el resto quedarían en manos de LFI.

El acuerdo, que será sometido al voto del Comité Nacional del PS a lo largo de este miércoles, genera división entre las figuras históricas del partido, que critican haberse plegado a los postulados de Mélenchon para obtener algunos puestos en la Asamblea Nacional.

Algunas de esas figuras, como el ex primer ministro Bernard Cazeneuve o el exministro Stéphan Le Foll han amenazado con abandonar el PS si se rubrica ese acuerdo.

Los socialistas han criticado las posturas antieuropeas de Mélenchon, así como su proximidad con el presidente ruso, Vladímir Putin.

LFI apela a la desobediencia de los tratados europeos, un punto que también fue delicado en las negociaciones con los ecologistas, que inicialmente tampoco estaban de acuerdo con el adelanto de la edad de jubilación propuesto por el partido de Mélenchon.

Con los comunistas el principal punto de fricción está en la energía nuclear, que estos quieren potenciar mientras que LFI y ecologistas buscan reducir de forma paulatina.