El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha anunciado este domingo el comienzo de una nueva estrategia en la lucha contra el terrorismo que empezará por la creación de una Guardia Nacional formada en su mayoría por reservistas y voluntarios.

"Estamos al comienzo de una nueva etapa en la guerra contra el terrorismo. Aquellos que incitan [al terror] ya no podrán dormir tranquilos", ha hecho saber su oficina a través de un comunicado recogido por los medios nacionales israelíes.

"La misión suprema del gobierno israelí es restaurar la seguridad personal de los ciudadanos de Israel. Estamos avanzando con pasos importantes, y el primero de ellos es la creación de una Guardia Nacional", ha hecho saber.

A tal efecto, Bennett ha dado orden al Consejo de Seguridad Nacional para que presente a finales de mes un programa presupuestado para la formación de un grupo a partir de "fuerzas policiales fronterizas, así como en la movilización de voluntarios y reservistas capacitados".

Esta unidad "se desplegarán en casos de emergencias y disturbios multitudinarios", ha añadido.

Esta declaración tiene lugar después de que Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) amenazara el sábado con atentar contra las principales ciudades de Israel si las fuerzas de seguridad hebreas reactivan su política de asesinatos selectivos contra figuras de la organización, como han especulado responsables israelíes en los últimos días, en respuesta al incremento de ataques palestinos contra sus ciudadanos.

"Vamos a quemar las ciudades del país y a lanzar misiles contra Tel Aviv si Israel cumple con sus amenazas. El retorno de los asesinatos selectivos implicaría el retorno de las operaciones explosivas dentro de las ciudades de Israel", han avisado fuentes de Hamás a los negociadores egipcios, en comentarios recogidos por la cadena Al Mayadín, afín al partido milicia libanés Hezbolá.

Estas amenazas suceden en un momento en que la tensión en la región vuelve a alcanzar un punto álgido. Desde el 22 de marzo, una serie de ataques palestinos han causado la muerte de 19 personas en Israel y Cisjordania.

Asimismo, el primer ministro ha asegurado que será Israel quien tomará sus propias decisiones con respecto a Jerusalén y la Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo sin ninguna interferencia extranjera, en referencia a las declaraciones del líder del partido árabe-israelí, Lista Árabe Unida, Mansur Abbas, quien ha pedido una mayor intervención de Jordania -- garante del lugar sagrado -- para evitar nuevos disturbios.

"Todas las decisiones sobre el Monte del Templo y Jerusalén serán tomadas por el Gobierno israelí, que tiene soberanía sobre la ciudad, sin ninguna consideración extranjera", ha declarado el primer ministro.

Abbas, cuyo partido ha suspendido su participación en la coalición de Gobierno durante las últimas tres semanas, en medio de las tensiones en el lugar sagrado, escribió en una publicación de Facebook el sábado que el papel futuro de su partido en el Ejecutivo quedaría determinado por conversaciones entre un comité conjunto de israelíes y funcionarios jordanos.