El plan del Gobierno de Boris Johnson de romper un tratado internacional como es el acuerdo de retirada del Reino Unido de la Unión Europea, por su intención de modificar unilateralmente el Protocolo para Irlanda e Irlanda del Norte, ya tiene respuesta de la Unión Europea. Tras una primera reacción política este pasado lunes, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, ha detallado cuál será la batería de medidas legales con las que Bruselas responderá al nuevo desafío británico: la reactivación del procedimiento sancionador paralizado en septiembre pasado para dar margen a la negociación y dos nuevos expedientes, por incumplir sus obligaciones en materia de normas sanitarias y fitosanitarias en los controles aduaneros y no aportar estadísticas comerciales como requiere el protocolo norirlandés.

“La confianza se construye cumpliendo las obligaciones internacionales. Actuar unilateralmente no es constructivo. Violar los acuerdos internacionales no es aceptable. El Reino Unido no está respetando el Protocolo y por eso iniciamos hoy este procedimiento de infracción”, ha explicado el vicepresidente Sefcovic durante una comparecencia de prensa en la que ha insistido en que no hay justificación “ni legal ni política” para el plan de Johnson. Según el responsable de negociar con Londres, “abrir esta puerta para cambiar unilateralmente un acuerdo internacional es una vulneración de la ley internacional” que daña la confianza mutua y crea una “profunda incertidumbre” entorno a la cooperación entre ambos bloques en un momento en el que respetar los acuerdos internacionales es más importante que nunca.

Tres expedientes

Por ello, la Comisión Europea ha decidido retomar el procedimiento de infracción contra el Reino Unido iniciado el 15 de marzo de 2021 por no respetar los requisitos de certificación para la circulación de productos agroalimentarios. El expediente quedó paralizado en septiembre pasado para crear una “atmósfera constructiva” y dar el espacio necesario al diálogo. Sin embargo, la falta de voluntad del Reino Unido de entablar un debate significativo desde febrero -y la acción unilateral de esta semana- ha llevado a Bruselas a reactivar este frente. “No nos ha dejado más remedio que actuar”, ha dicho Sefcovic. Si Londres no adopta medidas correctivas en un plazo de dos meses, para cumplir con un acuerdo que fue negociado y firmado por Boris Johnson, el caso podría terminar en el Tribunal de Justicia de la UE y en multas diarias por incumplimiento.

El segundo frente abierto este miércoles se centra en dos nuevos expedientes. El primero por incumplir las obligaciones en materia de normas sanitarias y fitosanitarias de la UE. En particular, Bruselas acusa al Reino Unido de no realizar los controles necesarios y no garantizar la dotación de personal e infraestructuras adecuadas en los puestos de control fronterizo de Irlanda del Norte. La decisión viene acompañada de directrices sobre el efecto de inaplicar la legislación de la UE. El segundo se debe a que Londres sigue sin facilitar a la Unión Europea determinados datos estadísticos sobre el comercio de Irlanda del Norte, tal y como exige el Protocolo. En ambos casos las autoridades británicas tienen también dos meses de plazo para responder.

Puerta abierta al diálogo

Pese al frente sancionador y a que el anuncio de Londres podría tener consecuencias para el acuerdo comercial entre ambos bloques, incluida la suspensión del mismo, Bruselas no cierra la puerta al diálogo. Es más, admite que hay “dificultades prácticas” entorno a la aplicación práctica del Protocolo para Irlanda y de ahí la propuesta que presentaron en octubre pasado que, de ponerse en marcha reducirá un 80% los controles aduaneros, un 50% la burocracia y el papeleo y creará carriles rápidos para el tráfico de mercancías entre Gran Bretaña e Irlanda del norte. “Es una oferta sólida que marcará la diferencia sobre el terreno”, ha insistido el responsable comunitario. Un recordatorio que llega acompañado de la publicación de varios documentos que explican cómo facilitar la circulación de mercancías entre Gran Bretaña e Irlanda del norte, que sigue siendo parte del mercado interior europeo, sin modificar el protocolo. 

“A pesar de la acción legal de hoy, nuestra puerta sigue abierta al diálogo. Queremos discutir estas soluciones con el Gobierno del Reino Unido. Dado que el Reino Unido no se ha sentado a la mesa con nosotros desde febrero, creo que ya es hora de mostrar cierta voluntad política para encontrar soluciones conjuntas”, ha recordado Sefcovic abierto a discutir sobre posibles soluciones. “Siempre hemos dicho que nuestro paquete de propuestas nunca ha sido una oferta de toma y daca. Puede evolucionar pero no es una oferta incondicional. Deben incluirse salvaguardias que protejan el mercado único. Porque los riesgos para nuestro mercado son reales, no teóricos”, ha zanjado. Un portavoz de Downing Street expresó la "decepción" del Gobierno de Londres por la decisión de la UE.

El gran obstáculo de la negociación

El entendimiento sobre Irlanda del Norte fue uno de los mas difíciles obstáculos de las negociaciones por el brexit, y se proponía hallar una solución funcional a la situación creada en la divisa entre la República de Irlanda (que es parte de la UE) y la provincia británica de Irlanda del Norte. Los negociaciones buscaron negociar un mecanismo que impida la implementación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, para proteger la vigencia del acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 que pusieron fin a décadas de violencia en la provincia.

La salida negociada fue implementar controles aduaneros para productos que llegan a la región procedentes del resto del Reino Unido.Pero desde entonces, los unionistas, , partidarios de la continuidad de Irlanda del Norte como parte del Reino Unido, consideran que el mecanismo es una amenaza. La crisis se agravó después que el partido republicano Sinn Fein, partidario de la reunificación de Irlanda, se impuso en las elecciones del 5 de mayo, pero los unionistas se niegan a formar un gobierno hasta que Londres modifique el protocolo.