Para la doctrina militar norteamericana, Rusia y China son “estados autoritarios”, pero no tratarán de la misma manera a una y otra potencia los papeles que esta semana salgan de la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. El posicionamiento de la OTAN ante China será uno de los capítulos principales del Concepto Estratégico de Madrid, y también, muy probablemente, el párrafo redactado con más exquisito cuidado en el comunicado final de los aliados. No, desde luego, en los duros términos que se esperan para su calificación de Rusia.

“Habrá prudencia –considera una alta fuente militar española- evitando tratar a China como amenaza. Como reto sí, pero no como amenaza”. Y su apuesta ha quedado refrendada en la última aparición pública del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Teodoro Esteban López Calderón. El Concepto Estratégico de Madrid “abordará el desafío, el reto, no como amenaza, que supone China”, dijo el pasado jueves en la conferencia de cierre del Seminario Internacional de Defensa que organizó en Toledo la Asociación de Periodistas Europeos.

Por primera vez, el principal documento doctrinal militar de la alianza atlántica para los próximos diez años hablará de su relación con la gran potencia del extremo oriente. China está muy lejos del Atlántico, “pero no es que la OTAN ahora se extienda al Pacífico, es que China está aquí, en Europa; viene aquí”, explicó en el mismo foro Paula Redondo, coordinadora de Diplomacia Pública de la OTAN.

“China no viene aquí con el tanque y la fragata, viene a poner una tienda en la Gran Vía”, había expuesto con un símil poco antes el general Félix Sanz Roldán, ex JEMAD y exdirector del CNI. Luego matizaría Paula Redondo: “China viene a poner una tienda… pero también a comprar los puertos y controlar las comunicaciones… Intenta controlar tecnologías en Europa”.

Inquietos con el 5G

En sus informes elevados a sus superiores políticos, la totalidad de los estados mayores de los países OTAN recomiendan extremar la vigilancia sobre cambios en la estructura de propiedad en empresas estratégicas de telecomunicaciones, explican las citadas fuentes militares españolas.

El 5G –fundamental para la nueva generación de armas basadas en tecnologías disruptivas- inquieta a los generales; y hoy no solo a los norteamericanos, como cuando, en la cumbre de Londres de 2019, Estados Unidos tuvo que esforzarse para que un documento de reflexión de los aliados afirmara -junto a una mención a los “desafíos” que abordar con China-: “La OTAN y sus aliados, dentro de sus respectivas autoridades, se comprometen a garantizar la seguridad de nuestras comunicaciones, incluida la 5G”.

A través de sus operadores China Mobile, China Unicom y China Telecom –todos estatales- la potencia asiática domina ya el 80% de las redes 5G del mundo con más de un millón de estaciones, según datos del Observatorio Nacional 5G, participado por la Secretaría de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales.

Hay además otro parámetro por el que las fuentes consultadas apuestan verlo salir de esta cumbre de la OTAN: una llamada a China, esta vez más firme, para que participe en el control mundial de la proliferación de armamento.

El mensaje irá dirigido a una potencia, de momento principal beneficiaria del aislamiento de Rusia, cuyo PIB iguala ya al 70% del de Estados Unidos, y cuyo gasto en defensa, el 5% de su gasto público total, alcanzó el año pasado 228.200 millones de euros, veinte veces el atribuido a España.