Argelia ha celebrado este martes sus 60 años de independencia de Francia con uno de los mayores desfiles militares de su historia. Una conmemoración en la que no han faltado las referencias y alabanzas a los “mártires” de la guerra de independencia. Ha sido un festejo por todo lo alto en un momento de tensión regional con Marruecos, con el que cortó relaciones el pasado verano, y con España, con el que suspendió recientemente el tratado de amistad.

"Reitero que todos, sea cual sea nuestro nivel de responsabilidad, estamos llamados a contribuir a la consolidación de los cimientos del Estado ante esta coyuntura llena de desafíos”, ha manifestado el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune. También ha afirmado que "el país ha llegado a una etapa en la que se perfilan los contornos de una Argelia segura de su futuro" y ha ensalzado el papel del ejército.

A primera hora de la mañana, Tebboune ha depositado una corona de flores y ha guardado un minuto de silencio en el Santuario de los Mártires de Argel. Después ha pasado revista al ejército, junto al Jefe del Estado Mayor, mientras de fondo se escuchaban sesenta salvas de cañonazos. El epicentro del desfile ha sido el paseo marítimo de la capital, cerca de la gran Mezquita de Argel, la más alta del mundo. 

Por las grandes avenidas repletas de banderas y retratos de los mártires, han circulado tanques, blindados, artillería y muchas de las unidades que conforman el ejército argelino, uno de los más importantes del continente, según defienden los expertos. Muchos ciudadanos también han vivido en directo el despliegue militar.  

Los aviones de combate han sobrevolado este escenario tiñendo el cielo de verde, rojo y blanco, el color de la bandera nacional. Hacía 33 años que Argelia no celebraba un desfile militar de estas características. Una tradición que se abandonó poco antes de la guerra civil de los años noventa. Un momento convulso conocido como la “década negra”, también marcado por los atentados terroristas.

Hasta Argel han viajado una decena de representantes de varios países de la órbita argelina. A la derecha del presidente del país se ha sentado su homólogo tunecino, Kaïs Saïed. En palco también estuvieron presentes el presidente palestino, etiope, congolés y nigerino. Así como el líder del Frente Polisario y la presidenta del Senado italiano, entre otras personalidades, según la agencia estatal de noticias. 

Crisis diplomática con España

El embajador español en Argelia ha asistido a estos los actos de conmemoración junto a los demás representantes del cuerpo diplomáticos presentes en el país, según ha confirmado el Ministerio de Exteriores español. Actualmente, los dos países atraviesan una crisis diplomática. El apoyo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental provocó el enfado de Argel, que califico de “injustificable” este cambio de posición. Las autoridades argelinas decidieron retirar a su embajador en Madrid y suspender el tratado de amistad firmado hace dos décadas con España. Ahora mismo, las relaciones entre los dos países están congeladas. 

Argelia y Marruecos también protagonizan desde hace décadas una rivalidad histórica por la hegemonía de la región, especialmente agravada por el Sáhara Occidental. El Gobierno argelino cortó relaciones diplomáticas con su vecino el pasado verano y acusó a Rabat de “actos hostiles”. Argel es el principal aliado del Frente Polisario y siempre ha defendido un referéndum de autodeterminación para la excolonia española.