El Gobierno ucraniano ha informado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de un incidente provocado por un bombardeo el sábado cerca de la instalación de almacenamiento de combustible gastado en seco en la central nuclear de Zaporiyia que habría causado "algunos daños" aunque sin influir en la radiación de la zona.

Según ha detallado el OIEA en un comunicado, el evento ocurrió un día después de que un bombardeo anterior dañara el sistema de suministro de energía externo de la planta, hiriendo además a un guardia de seguridad ucraniano en la central, que se encuentra en el sureste del país.

La explosión también dañó paredes, un techo y ventanas en el área de la instalación de almacenamiento de combustible gastado, así como cables de comunicación que forman parte de su sistema de control de radiación, con un posible impacto en el funcionamiento de tres sensores de detección de radiación, ha informado Ucrania al OIEA.

No obstante, desde Ucrania han asegurado que no ha habido daños visibles en los contenedores con combustible nuclear gastado ni en el perímetro de protección de la instalación.

"Sobre la base de la información proporcionada por Ucrania, los expertos del OIEA han evaluado que no hay una amenaza inmediata para la seguridad nuclear como resultado del incidente del sábado", ha detallado más tarde el director general del organismo, Rafael Grossi.

Preocupa la situación de la central

"Sin embargo, el bombardeo del viernes y sábado en la central de Zaporiyia ha incumplido prácticamente todos los siete pilares indispensables de seguridad y protección nuclear que el director general delineó al comienzo del conflicto", reza el comunicado difundido por el OIEA.

Entre los "pilares indispensables" incumplidos, se encuentran los relacionados con la integridad física de la central nuclear, el funcionamiento de la seguridad y los sistemas de seguridad, así como el cuidado del personal y las fuentes de alimentación externas.

Grossi ha reiterado su "grave preocupación" por la situación en la central y ha instado a que cese "cualquier acción militar que ponga en peligro la seguridad nuclear".

Asimismo, ha insistido en la necesidad de que una misión de expertos del OIEA vaya a la planta "lo antes posible" para ayudar a estabilizar la situación de seguridad y protección nuclear.

Las instalaciones de Zaporiyia fueron objetivo de un ataque la semana pasada que cortó parte de las conexiones eléctricas de la planta y del que Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente. La Administración rusa ha confirmado que las unidades dañadas del reactor han sido reparadas y la central funciona con normalidad.

Las autoridades ucranianas han advertido este mismo martes de que las consecuencias de una hipotética catástrofe nuclear en Zaporiyia serían hasta diez veces mayores que las vividas por el accidente de Chernóbil.

El Ejército ruso tomó a principios de marzo las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, una de las más grandes de Europa, y que en los primeros compases de la guerra ya fue escenario de intensos enfrentamientos.