El presidente ruso, Vladímir Putin, propuso este jueves a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, convertir Turquía en un nodo del transporte de gas. Ambos líderes hablaron de la creación de este proyecto de centro de distribución de hidrocarburos en su encuentro en Astaná, la capital de Kazajistán. Esta iniciativa podría, además, favorecer la regulación de los precios del gas natural.

"Ayer en la Semana Energética, después de consultas con su ministro de Energía y el jefe de la empresa pública de oleoductos y transportación de petróleo Botas, acordamos con Gazprom estudiar la construcción de un sistema de gasoductos y la creación de un centro de gas en Turquía para su venta a países terceros, principalmente europeos, si hay interés", señaló el presidente ruso en la reunión bilateral. "Hoy estos precios (del gas) son exorbitantes, y podríamos regularlos fácilmente a un nivel de mercado normal sin matices políticos" añadió Putin.

Las autoridades rusas buscan afianzar sus vínculos comerciales y económicos con el país dirigido por Erdogan. Putin remarcó que respecto a los hidrocarburos rusos, Turquía es la ruta "más fiable actualmente para el suministro a Europa" a través del gasoducto TurkStream. Estas medidas buscan desviar el tráfico de gas a Europa del Báltico al mar Negro, ya que los gasoductos del Nord Stream están deshabilitados tras las fugas detectadas a finales de septiembre. La turca es la vía que nutre de energía a países del sur de Europa, especialmente de los Balcanes, como Bulgaria, Grecia, Serbia, Rumanía, Hungría y Macedonia del Norte.

"Países amigos"

"Creo que es necesario negociar no solo con la parte turca, ya que lo estamos creando no solo para Turquía, sino también para Europa. Por lo tanto, debemos comprender su importancia para los consumidores europeos y para los países amigos", ha asegurado a la agencia de noticias rusa TASS desde Moscú el ministro ruso de Energía, Nikolái Shulgínov.

En la actualidad Turquía es uno de los grandes apoyos económicos de Rusia, ya que es de los pocos países de su alrededor que no ha tomado ningún tipo de sanción comercial o de movilidad. Esta iniciativa de Putin afianzaría aún más las relaciones entre ambos países, que actualmente ya trabajan en proyectos conjuntos como la central nuclear de Akkuyu. Rusia está construyendo esta instalación en territorio turco, en un acuerdo beneficioso para ambas partes. Moscú a cambio ha establecido un acuerdo industrial que le permite suplirse de maquinaria que no se produce en el país euroasiático