Cientos de personas se han reunido este miércoles junto a la tumba de Masha Amini, en el cementerio de Aichi, en la ciudad iraní de Saqqez, para protestar contra el Gobierno más de un mes después de que la joven muriera cuando se encontraba bajo custodia policial tras ser detenida por incumplir el código de vestimenta islámico.

Los manifestantes han honrado así la memoria de la joven, que se ha convertido en un símbolo de las protestas contra la represión de las autoridades iraníes, y han coreado eslóganes como "Alí (Jamenei) es derrocado", "muerte al dictador" y "todos somos Masha", entre otros.

Las fuerzas de seguridad han bloqueado varias carreteras que llevan al cementerio, si bien los presentes han llegado a pie hasta la zona en la que se encuentra la tumba, donde ha tenido lugar también una ceremonia religiosa, según informaciones de la cadena de televisión Iran International. A pesar de las amenazas recibidas desde que murió Amini, su familia ha anunciado que también asistirá a las protestas de este miércoles.

Por su parte, el Centro para la Cooperación de los Partidos del Kurdistán en Irán ha instado en un comunicado a reunirse con vestimentas típicas kurdas "junto a las tumbas de los mártires" a lo largo de esta tarde, además de "llenar plazas y calles" en señal de protesta.

Grupos de activistas han convocado protestas en varios puntos del país, entre ellos la calle Shariati de Teherán, la capital, y sus principales plazas para conmemorar que han pasado 40 días desde que Amini falleció, un periodo de tiempo relevante según la tradición iraní.

Las autoridades han informado de que a lo largo de la mañana ya se han registrado protestas en Teherán, donde los trabajadores de una de las principales refinerías han organizado una huelga que ha finalizado poco después, según informaciones de la agencia IRNA.