Irán ha aceptado voluntariamente someterse a más medidas de verificación, aún sin concretar, dentro de los esfuerzos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y aclarar las dudas sobre la naturaleza de su programa nuclear, anunciaron este sábado ambas partes en un comunicado conjunto.

El acuerdo ha sido anunciado tras una reunión del director del OIEA, Rafael Grossi, en Teherán con el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, para que la colaboración "vuelva al camino correcto", indicó el diplomático argentino en una rueda de prensa en Viena.

"Hemos puesto un torniquete a la sangría de información que teníamos", dijo Grossi al resumir este acuerdo para atender temas pendientes como los restos de uranio enriquecido al 84%, muy por encima del esperado, o sobre trazas de uranio artificial en tres instalaciones que Teherán nunca declaró como parte de su programa atómico. "Irán, de forma voluntaria, permitirá al OIEA llevar a cabo otras actividades adecuadas de verificación y supervisión", indica el comunicado conjunto hecho publico poco antes de la llegada de Grossi a Vienta tras su viaje a Teherán.

La nota señala la disposición de Irán a continuar su cooperación y proveer más información sobre esas tres instalaciones donde se detectó uranio de origen artificial.

Grossi señaló que las medidas de verificación pasarán por tener acceso a ciertos individuos y ciertos materiales, así como restablecer el control mediante cámaras y sistemas de medición a distancia que habían sido desconectados. Igualmente, señaló que habrá un 50% más de inspecciones en la planta de Fordow, donde se han detectado esas trazas de uranio al 84%, nivel cercano al necesario para fabricar una bomba nuclear.

Irán ha negado que haya enriquecido uranio hasta esa pureza y afirma que la aparición de estas partículas es "algo natural" dentro del proceso de producir uranio al 60%.

"Es una muy buena mejora en términos de transparencia", dijo Grossi. El director del OIEA señaló que su organismo no entra a analizar si ese nivel de enriquecimiento fue intencionado o no, sino que se trata de un tema que hay que clarificar, y reconoció que en este tipo de instalaciones puede haber "oscilaciones" o "picos" que pueden ser accidentales o limitados en el tiempo. Dijo que la intención es entender cómo pasó y si ha habido acumulación de uranio enriquecido a ese nivel.

El diplomático argentino afirmó que este acuerdo es muy importante dentro de la posibilidad de reactivar el JCPOA, el pacto de 2015 por el que Irán redujo su programa atómico a cambio del levantamiento de sanciones, y que quedó fracturado tras la salida del mismo de Estados Unidos en 2018 y los incumplimientos de Irán un año después. El OIEA es el encargado de vigilar el cumplimiento por parte de Irán de sus compromisos.

"Ahora podemos empezar a trabajar de nuevo, reconstruyendo esta base de información. Esto no son palabras, es algo muy concreto. Era un déficit que teníamos y hemos acordado con Irán que se va a atender", señaló Grossi.

El OIEA lleva años tratando de aclarar esos asuntos pendientes sobre la naturaleza del programa nuclear iraní. En un informe emitido esta semana, el OIEA recordaba que la decisión de Irán de desconectar decenas de cámaras de vigilancia y verificación del OIEA dificultaba su capacidad para dar garantías sobre la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.

Por eso, las actividades de vigilancia y verificación están "seriamente afectadas", señala el OIEA, que debe verificar el cumplimiento de las obligaciones nucleares de Irán en el marco del JCPOA.