Escalada en Oriente Próximo

Dos colonas asesinadas en Cisjordania tras los bombardeos israelís sobre Gaza y el Líbano

Las agresivas incursiones de la policía israelí en la mezquita de Al Aqsa en pleno Ramadán han desencadenado la mayor escalada bélica en la región desde la ofensiva de 2006 contra Hizbulá en el Líbano

Soldados israelíes irrumpiendo en Al Aqsa en pleno mes de Ramadán.

Agencia ATLAS | Foto: Reuters

Andrea López-Tomàs

Israel ataca y recibe desde todos los frentes. Después de una noche lanzando proyectiles de artillería hacia su frontera sur con la Franja de Gaza y norte con el Líbano, el Estado hebreo lamenta el asesinato de dos colonas judías en la Cisjordania ocupada este viernes santo. Las dos hermanas, de 15 y 20 años, han muerto tras ser alcanzadas por las balas mientras circulaban cerca del asentamiento de Hamra. Su madre ha resultado gravemente herida. Las autoridades israelís se preparan para una escalada, al llamar a filas a los reservistas de la Fuerza Aérea del Ejército. 

Todo empezó, como era de esperar, en Al Aqsa. Mientras la ciudadanía judía israelí se sentada alrededor de la mesa para celebrar el Pesaj, su Pascua, miles de palestinos musulmanes se reunían en el complejo de las mezquitas en Jerusalén para rezar otro miércoles de Ramadán. Pero no lo lograron. Las fuerzas policiales irrumpieron por segunda vez consecutiva en la mezquita de Al Aqsa y utilizaron granadas de aturdimiento, balas con punta de espuma y porras para impedir la oración de los palestinos. La respuesta fue casi inmediata. Desde la Franja de Gaza, se dispararon cohetes el miércoles por la noche hacia la frontera israelí.

Ataque de Hamás

El jueves, los proyectiles llegaron desde el Líbano e impactaron el norte del país, una frontera mucho más tranquila que la sureña. Tres personas resultaron heridas por la metralla. Hizbulá, la milicia libanesa chií, se desmarcó del ataque. El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, reunió a su gabinete de seguridad por primera vez en dos meses para planear una respuesta a la escalada. Horas después, el Ejército israelí atribuía la responsabilidad del ataque a Hamás, milicia palestina que gobierna de facto la Franja de Gaza. Los cohetes salieron del Líbano unas horas después de que el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, aterrizara en Beirut.

Hamás y Hizbulá tienen una relación de coordinación y colaboración; ambos partidos están ejecutando la misma agenda: la de Irán, del cual son manos armadas en la región”, analiza el experto militar Nizar Abdel Kader en el diario libanés 'L’Orient - Le Jour'. Israel no dudó en responder de la misma forma a ambos. Durante la noche, la Franja de Gaza y el sur del Líbano fueron diana de una retahíla de proyectiles del Ejército israelí. En el enclave palestino, la población vive acostumbrada a la violencia cayendo desde el cielo pero, en el sur libanés, la artillería israelí les devolvió de nuevo a los días de la guerra. La noche del jueves supuso la mayor escalada desde el conflicto del 2006.

Región inflamable

Líbano e Israel “han dicho que no quieren la guerra”, informó el viernes la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés). Las fuerzas de paz de la ONU, desplegadas en el sur del Líbano para separar a ambos bandos, pidieron a “todas las partes que cesen todas las acciones” en los dos lados de la frontera. Durante la mañana del viernes, ha parecido que los ataques quedaban atrás y que volvía la normalidad a la tumultuosa región. Pero un ataque en una carretera cualquiera de la Cisjordania ocupada ha vuelto a prender la llama en tierra santa.

Dos hermanas, de 15 y 20 años, han muerto, probablemente por el impacto de bala, en lo que inicialmente parecía un choque de automóviles. Su madre sigue ingresada en estado de gravedad. Las tres eran habitantes del asentamiento de Efrat en la Cisjordania ocupada, al sur de Jerusalén, y eran inmigrantes del Reino Unido. El Ejército aún está buscando a sospechosos cerca de la colonia ilegal de Hamra, en la zona norteña de Jericó. 

Hamás ha elogiado el ataque y ha advertido a Israel “contra su continua agresión contra nuestro pueblo palestino y la mezquita de Al Aqsa”. La policía israelí ha pedido a la ciudadanía con licencia de armas de fuego que la lleven encima. Los próximos días e, incluso, horas serán claves para preservar muchas vidas.