Estados Unidos

EEUU acusa al presunto autor de la filtración del Pentágono de violar la ley de Espionaje

El reservista Jack Teixeira trabajaba como especialista en redes de comunicación militares y se enfrenta a dos cargos que contemplan largas penas de prisión

Momento de la detención de Jack Teixeira.

Momento de la detención de Jack Teixeira. / Reuters

Ricardo Mir de Francia

El reservista de 21 años arrestado anoche como principal sospechoso de la filtración de cientos de documentos clasificados de la inteligencia estadounidense ha sido acusado formalmente este viernes de violar la Ley de Espionaje, lo que podría traducirse en una larga estancia entre rejas. La fiscalía federal le ha imputado concretamente la retención y transmisión de información de la defensa nacional, así como de retención deliberada de documentos clasificados de Estados Unidos. Jack Teixeira, el joven guardia nacional presuntamente responsable del desaguisado diplomático y militar que ha generado la revelación de secretos, fue detenido el jueves por agentes fuertemente armados del FBI frente a la vivienda que compartía con su madre en una localidad del sur de Massachusetts

Su comparecencia ante el juez marca el final de lo que parece haber sido un costosísimo ejercicio de inmadurez para un hombre que no tenía aparentemente ninguna vocación de mártir de la democracia, sino que se dedicó a compartir secretos de Estado sobre la guerra de Ucrania o sobre el espionaje de EEUU a rivales y aliados para impresionar y aleccionar a la veintena de amigos al borde de la mayoría de edad con los que pasó años hablando inicialmente de videojuegos y equipamiento militar en un foro privado de la plataforma Discord. Unos días antes de ser arrestado --en pantalón corto y camiseta militar, y sin oponer resistencia alguna-- se había despedido de sus compadres en el chat. 

“Chicos, ha estado bien, os quiero a todos”, dijo al resto de miembros, según le ha contado uno de los integrantes del foro a ‘The New York Times’. “Nunca quise que esto sucediera. Le recé a Dios para que no pasará. Le recé y le recé. A partir de ahora solo Dios puede decidir lo que sucederá”. Nada de lo que hizo, sin embargo, era un juego de niños.

Evaluación de daños

La Ley de Espionaje impone hasta 10 años de cárcel por cada documento clasificado retenido o compartido sin autorización, y en su caso, son como mínimo 350, por lo que se ha publicado hasta ahora. Desde descripciones detalladas de los nuevos batallones que los aliados de Ucrania están formando para su próxima entrada en combate a la penetración del espionaje estadounidense en las altas esferas militares rusas, que le habrían permitido informar a Kiev con anticipación de los objetivos de ataque del Kremlin.

El Pentágono ha creado una comisión interdepartamental para evaluar la infinidad de daños que la filtración podría ocasionar, tanto para el ejército y sus aliados, como para los servicios de inteligencia, que podrían ver comprometidas sus fuentes y métodos de obtención de información. Por no hablar del resquemor y la pérdida de confianza que podría ocasionar el espionaje al que EEUU habría sometido a algunos de sus socios más estrechos, como IsraelCorea del Sur y Ucrania, así como al secretario general de la ONU, según se desprende de los documentos filtrados. 

Un millón de estadounidenses con acceso a información clasificada

Quedan todavía muchas incógnitas por resolver en este caso, que ha vuelto a poner en evidencia al aparato de seguridad estadounidense, un auténtico coladero de filtraciones, como demostraron Edward Snowden y Chealsea Manning la pasada década. Aunque cueste imaginar, 1.2 millones de funcionarios y contratistas gubernamentales tenían en 2019 acceso a información clasificada, según el Director de la Oficina Nacional de Inteligencia. 

En el caso de Teixeira no se sabe aún con exactitud cómo accedió a ella. Tras acabar el instituto en el verano de 2020, empezó a formarse militarmente para ingresar en la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, una de las fuerzas estatales que nutren de reservistas al Ejército y la Fuerza Aérea de EEUU. Teixeira se graduó en octubre de 2021 en una de sus unidades, dedicada a la inteligencia. Concretamente pasó a trabajar como especialista en redes de comunicaciones militares, lo que según fuentes oficiales consultadas por Associated Press le podía haber permitido acceder al material altamente clasificado que acabó aireando.