Política migratoria

La lucha contra la inmigración en el Reino Unido divide al Partido Conservador

La presión sobre el primer ministro, Rishi Sunak, para que adopte una política más dura en esta materia, ha subido un escalón tras la Conferencia Nacional Conservadora

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak.

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak.

Lucas Font

La lucha contra la llegada de inmigrantes sigue marcando la agenda en el Reino Unido. La presión sobre el primer ministroRishi Sunak, para que adopte una política más dura en esta materia, ha subido un nuevo escalón tras la Conferencia Nacional Conservadora, un evento de tres días organizado en Londres la semana pasada por la fundación Edmund Burke -cercana al populismo de derechas de Donald Trump- y en el que participaron varios miembros del Gobierno británico. 

Uno de ellos fue la ministra del InteriorSuella Braverman, representante del ala dura del Partido Conservador y quien alertó del aumento de la migración neta en el país -que recoge la diferencia entre salidas y llegadas-. Según las previsiones de su propio departamento, el total de inmigrantes llegados al Reino Unido en 2022 podría superar los 650.000, una cifra muy por encima de la registrada antes de la pandemia y que pone en evidencia a los 'tories', que pusieron el freno a la inmigración como una de sus principales promesas en la campaña de 2019.

El ala dura de la formación exige mayor contundencia al primer ministro, Rishi Sunak, y se posiciona ante un posible relevo postelectoral

Presión sobre Sunak

"Tenemos que reducir las cifras totales de inmigración", aseguró tajante Braverman, quien señaló que, a pesar de que la principal prioridad del Gobierno es frenar la llegada irregular de inmigrantes por el Canal de la Mancha, también es necesario endurecer los requisitos para aquellos que acceden por vías legales. "No podemos olvidarnos de cómo hacer las cosas por nosotros mismos. No hay ninguna razón por la que no podamos formar a transportistas, carniceros, trabajadores del campo [británicos]", añadió. 

El discurso de Braverman ha sido interpretado como un toque de atención a Sunak, quien ha centrado todos sus esfuerzos en la polémica ley de inmigración ilegal, que permite la detención y deportación a terceros países, como Ruanda, de las personas que entren de forma irregular en el país. El primer ministro ha evitado, sin embargo, ser tajante en su posición respecto a la llegada de inmigrantes por la vía legal, consciente de que muchos de ellos son necesarios para cubrir la escasez de mano de obra en sectores como la construcción o la agricultura.

Reducir las cifras

Preguntado al respecto de camino a la cumbre del G7, Sunak reconoció la necesidad de reducir las cifras récord de migración neta pero evitó comprometerse a situarlas por debajo de los registros de 2019. "No quiero decir una cifra concreta", aseguró el pasado viernes en una entrevista a la BBC. "Cuando hablamos de migración, lo que escucho de la mayoría de la gente es que su prioridad es detener las barcas [que llegan por el Canal de la Mancha] y frenar la migración ilegal".

Sobre las llegadas por la vía legal, el primer ministro justificó el aumento debido a la concesión de visados a miles de refugiados ucranianos y explicó que si hay reducción la cifra será mayor o menor en función "de cómo avance la economía y de las circunstancias a las que se enfrente el país en cada momento".

La prudencia de Sunak en las limitaciones a la concesión de visados ha sido apoyada por otros miembros de su Gabinete, como el ministro de Economía, Jeremy Hunt, o la ministra de Educación, Gillian Keegan, quienes defienden una visión "pragmática" y destacan la importancia que la llegada de inmigrantes tiene para mantener a flote la economía británica, que se ha situado al borde de la recesión este año y que continúa con niveles de inflación por encima del 10%.

Posible relevo

A pesar de que miembros destacados del Partido Conservador han pedido unidad con Sunak de cara a las próximas elecciones, miembros de su propio Gobierno como Braverman están tratando de mantener un perfil propio ante un posible descalabro electoral del partido el próximo año. Los malos resultados en las elecciones locales, en las que los 'tories' perdieron más de un millar de concejales, han sido una advertencia para el primer ministro, que se encuentra todavía lejos del candidato laborista, Keir Starmer, en las encuestas para las elecciones generales. 

El resultado de Sunak en los comicios dependerá en parte de su habilidad para enfrentar el asunto migratorio. Un posible fracaso en este ámbito abriría la puerta a Braverman y a otros representantes del ala dura del partido para dar un paso al frente en una candidatura al liderazgo de la formación. Algo que por ahora no contempla el 'premier' británico, quien se muestra confiado en mantenerse en el cargo después de las elecciones. "Sé que la situación es dura en este momento, pero creo que hemos hecho un buen progreso en los seis meses que llevo en el cargo. Voy a seguir haciéndolo"