Preocupación global

La falta de fondos para la ayuda humanitaria pone en riesgo a miles de palestinos

El Programa Mundial de Alimentos no puede continuar alimentando a 200.000 habitantes de la franja de Gaza

Campo de refugiados palestinos de Yarmuk (Siria).

Campo de refugiados palestinos de Yarmuk (Siria). / UNRWA - Archivo

Andrea López-Tomàs

Si la violencia constante desde tierra y aire no era suficiente tragedia, ahora la sociedad palestina se enfrenta a un inminente desastre humanitario. En la Franja de Gaza, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas no puede continuar por la falta de fondos. Este proyecto de las Naciones Unidas dejará de proveer sustento al 60% de los beneficiarios, unos 200.000 habitantes del enclave que alimenta diariamente. Además, la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) ha hecho sonar todas sus alarmas ya que solo ha podido recaudar 107 millones de dólares de los 300 necesarios para financiar escuelas y centros de salud en todos los territorios palestinos. 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido que la UNRWA “está al borde del colapso financiero”, y que está funcionando con un déficit de casi 75 millones de dólares. El pasado viernes se celebró en la sede de las Naciones Unidas la conferencia de promesas de contribuciones para que los países aportaran más fondos a la agencia que vertebra gran parte de los servicios educativos y sanitarios de la sociedad palestina. Solo se consiguió un 36% de los fondos necesarios. El comisario general de UNRWA, Philippe Lazzarini, ha dicho estar agradecido por las nuevas promesas, pero que están por debajo de la cantidad requerida para mantener abiertas más de 700 escuelas y 140 clínicas desde septiembre hasta diciembre.

Por su parte, el PMA necesita urgentemente 51 millones de dólares para mantener su ayuda en Palestina hasta finales de año. En el caso de Gaza, el reciente conflicto entre Israel y la Yihad Islámica que dejó más de una treintena de muertos exacerbó los problemas económicos de la Franja. Las autoridades israelís hace semanas que son conscientes de la problemática mientras el gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu impulsa nueva legislación contraria a las organizaciones de la sociedad civil. Desde Occidente, los representantes diplomáticos han expresado su preocupación ya que consideran que cerrar el programa provocará una crisis humanitaria y aumentará el riesgo de una escalada de seguridad.

5,9 millones de palestinos

“En Israel, hay un gobierno que no quiere hacer nada en el tema palestino, pero en el momento en que hay una crisis humanitaria, envía emisarios para pedirnos que aumentemos nuestro apoyo financiero”, ha denunciado un diplomático occidental a Haaretz. Un portavoz del secretariado general de la ONU ha dibujado un panorama desolador. “Sin el apoyo financiero necesario, el PMA se verá obligado a suspender sus operaciones por completo en agosto: eso significa que 350.000 de los palestinos más vulnerables y con inseguridad alimentaria se verán privados de la asistencia que les permita alimentar a sus familias”, ha dicho. Además, muchos temen que este primer parón implique que otras organizaciones humanitarias dejen de proveer ayudas

A principios de año, la UNRWA solicitó 1.600 millones de dólares para sus programas, operaciones y respuestas de emergencia en Siria, Líbano, Jordania y los territorios ocupados por Israel de Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza. Eso incluye casi 850 millones de dólares para su presupuesto básico, que cubre el funcionamiento de escuelas y clínicas de salud. En su 75 aniversario, la agencia de la ONU creada para proporcionar educación, atención médica, servicios sociales y empleos a cientos de miles de refugiados palestinos que fueron desplazados por la fuerza durante la creación del Estado de Israel vive sus horas más bajas. En riesgo están las 5,9 millones de vidas palestinas que sostiene.