China, en guardia ante la llegada del supertifón 'Ragasa' que ha dejado 14 muertos y 152 desaparecidos en Taiwán

La costa oriental de China, una de las zonas más pobladas del planeta, se preparaba para recibir este miércoles al supertifón 'Ragasa', el más potente del año y bautizado por la Agencia de Meteorología Nacional como el "el rey de las tormentas". El 'Ragasa' ha dejado ya un reguero de destrucción a su paso por Filipinas, Taiwán y Hong Kong con lluvias copiosas y sus vientos de hasta 260 kilómetros.

El tifón ha provocado ya 14 muertos en Taiwán y los bomberos se afanan en encontrar a los 152 desaparecidos tras el dramático desbordamiento de un lago natural en el este de la isla. El caudal descontrolado avanzó hacia la ciudad de Guangfu, en el montañoso condado de Hualien, y arrastró a personas, coches y árboles. Las imágenes en redes sociales muestran a vecinos en los tejados para protegerse de unas aguas que alcanzan la segunda planta de muchos viviendas. Un derrumbamiento en julio había creado ese lago de casi 70 millones de litros y las autoridades, que descartaron por cuestiones técnicas su drenaje, habían alertado durante semanas del peligro de que cediera la presa natural en temporada de lluvias. En las vísperas de la llegada del 'Ragasa' recomendaron la evacuación a los vecinos aunque algunos lamentaban este miércoles la falta de precauciones gubernamentales.

La tormenta ha paralizado el pulso de Hong Kong, una de las ciudades más vibrantes de Asia. La población había vaciado días atrás las estanterías de los supermercados en previsión del encierro después de que el Gobierno insular emitiera la alerta de nivel 10, el más alto de la escala, y ordenara el cierre de negocio y colegios. En la tarde de este martes ya se habían suspendido todos los vuelos de una ciudad que ejerce de hub asiático. Unas imágenes virales muestran cómo las aguas rompen las puertas de vidrio del lujoso Hotel Fullerton Ocean Park y anegan su vestíbulo sin que sus trabajadores puedan mantener el equilibrio. En la vecina Macao, separada apenas por 45 minutos en ferry, los casinos han cerrado sus zonas de juego y se ha prohibido la salida de los hoteles a sus clientes.

El 'Ragasa' había devastado antes Filipinas, habitual punto de partida de los tifones y casi siempre el país que se lleva la peor parte, tanto por la virulencia inicial de las tormentas como por el precario desarrollo de muchas de sus regiones. Esta vez, sin embargo, las alertas de las autoridades han rebajado el impacto a una decena de fallecidos. Siete de ellos son los pescadores a bordo del barco hundido frente a la costa de Santa Ana, en la provincia de Cagayan.

Alerta roja

Esta tarde tocaba tierra el tifón en la China continental por la provincia de Guandong, la antigua Cantón, el epicentro manufacturero del país y una zona de altísima densidad de población. Ahí se juntan decenas de millones de personas en ciudades como Shenzhen, Guangzhou, Foshan o Dongguan, que estos días se han preparado a conciencia. Más de dos millones de personas han sido evacuadas de las zonas de mayor riesgo y el Gobierno ha enviado decenas de miles de tiendas de campaña, camas plegables, equipo de iluminación de emergencia y otros materiales. Las autoridades marítimas han emitido por primera vez este año la alerta roja por las olas previstas de tres metros en la costa del Delta del Río de la Perla. Más de 10.000 barcos han sido desplazados a aguas más seguras y casi 40.000 bomberos están en alerta.

No son raros los tifones en la temporada del monzón en Asia oriental pero en los últimos años han ganado en frecuencia y fuerza. Hong Kong recibe seis tifones de media anual y el 'Ragasa' ya es el noveno, según un centro universitario de la excolonia. Los expertos achacan los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más habituales en Asia, al calentamiento global provocado por el hombre.

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