Francia tendrá a un nuevo primer ministro “en las próximas 48 horas", garantiza el Elíseo

“No estoy aquí para hacer ningún anuncio. (...) Soy un monje-soldado. Esta noche, mi misión ha terminado”, afirmó el primer ministro dimisionario de Francia, Sébastien Lecornu, durante su esperada entrevista en el informativo nocturno de France2. Después de dos días de consultas, Lecornu daba la cara, pero apenas respondía a las principales dudas de los franceses sobre cuándo tendrán un nuevo gobierno, o si por el contrario, deberán prepararse para unas elecciones legislativas adelantadas. 

En sus palabras se podía intuir que ahora la pelota estaba sobre el tejado de Emmanuel Macron, y el Palacio del Elíseo no ha tardado en confirmarlo. El presidente nombrará a un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas. “He presentado mi dimisión el lunes pasado, he aceptado alargar estas 48 horas como el presidente me pidió, y podemos decir que mi misión ha acabado”, afirmó al ser preguntado si mañana seguirá asumiendo el cargo. Lecornu considera que existe una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que rechaza su disolución, por lo que, “todavía hay un camino” para volver a la estabilidad política que tanto anhela el país.

Después de una jornada de largas conversaciones, el primer ministro saliente Sébastien Lecornu debía informar a Emmanuel Macron sobre estas "negociaciones finales", como le encomendó en su última misión: crear “una plataforma de acción y estabilidad” antes de abandonar su cargo. Ahora, deberá ser el jefe de Estado quien “asuma su responsabilidad”, tal y como ya avanzaron fuentes del Palacio del Elíseo hace unos días, y nombrar a un nuevo primer ministro o por el contrario, optar por la opción de disolver la Asamblea Nacional. 

Desde la dimisión de su primer ministro el lunes por la mañana, Emmanuel Macron ha guardado silencio. “Se dirigirá al pueblo francés a su debido tiempo. Pero se dirigirá al pueblo francés, por supuesto”, aseguró el jefe de Gobierno saliente. 

Sobre una posible dimisión del presidente, descartada por el propio Macron, Lecornu ha dejado claro que no sería la mejor opción para el país: "Como ministro responsable de las Fuerzas Armadas, puedo decirles que este no es el momento de cambiar al presidente de la República".

La (posible) marcha atrás de la reforma de las pensiones

A primera hora de la mañana, Lecornu comparecía para disipar algunos rumores de última hora. Durante su discurso, se mostró positivo ante la “voluntad de las fuerzas políticas de tener unos presupuestos para Francia antes del 31 de diciembre de este año. (...) Este deseo genera movimiento y convergencia, obviamente, lo que elimina la posibilidad de disolución”, afirmó frente al Palacio de Matignon. Sin embargo, matizó que “eso no es suficiente”, puesto que “este presupuesto debe incluir una serie de parámetros que permitan a Francia avanzar”. 

El ya ex primer ministro enfatizó que la reducción del déficit francés es "clave, incluso para la credibilidad de la firma francesa en el extranjero, y simplemente para nuestra capacidad de endeudamiento". Entre las buenas noticias, Lecornu comentó que todas las fuerzas políticas están de acuerdo, en que "el objetivo de déficit público debe mantenerse por debajo del 5% del déficit, es decir, en términos sencillos, entre el 4,7% y el 5% de forma permanente".

En las declaraciones de este miércoles, Lecornu no ha querido hablar sobre la posible suspensión de la reforma de las pensiones, mencionada el martes por la ex primera ministra Elisabeth Borne. Sin embargo, el ministro de Economía saliente, Roland Lescure, afirmó que su equipo está trabajando en varios escenarios, incluyendo, la hipótesis de la suspensión de esta reforma. Aunque para Lescure, ceder a esta petición de la izquierda supondría un alto coste para el estado de "cientos de millones de euros en 2026 y miles de millones en 2027".

La abolición o suspensión de esta reforma es clave para que la izquierda no vuelva a censurar un nuevo gobierno y para que Francia pueda volver a la estabilidad al menos por unos meses. Además de este requisito, parte del Nuevo Frente Popular pide un nuevo primer ministro de izquierdas. 

La censura se mantiene

Mientras algunos creen que las últimas comparecencias de Sébastien Lecornu son para ganar tiempo, otros tildan la situación de “grotesca”. Entre los invitados en estas conversaciones, no se encontraba La Francia Insumisa ni Agrupación Nacional, los dos partidos situados al extremo del abanico ideológico.

De ahí que, el partido de Melenchon se mantiene en su firme posición de censurar “cualquier gobierno que continúe con las políticas macronistas”, incluyendo un posible gobierno socialista. "Si se forma una alianza aleatoria para continuar con las políticas macronistas, no participaremos en el rescate de Emmanuel Macron", insistió la líder del grupo parlamentario La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, quien señaló que el socialismo solo obtendrá “migajas” en las negociaciones con Lecornu, y no descartó una posible censura a un gobierno compuesto únicamente por socialistas, verdes y comunistas.

Los insumisos, quienes abogan por la salida de Emmanuel Macron, habían presentado hace unas semanas una moción de destitución del presidente, apoyada también por varios diputados del Nuevo Frente Popular. Sin embargo, este miércoles por la mañana, la Asamblea Nacional ha examinado el texto, y lo descartó, considerándolo “inadmisible”. 

Marine Le Pen por su lado, no parece que su partido vaya a ponérselo fácil a un posible nuevo gobierno. "Censuraré a todos los gobiernos hasta su disolución", reafirmó la líder de la extrema derecha, convencida de que "solo la mediación del pueblo francés puede resolver la crisis". En el mismo sentido, Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional, declaró en X: "La única solución es volver a las urnas. Detengan las negociaciones, celebremos elecciones y disuelvan la Asamblea Nacional".

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