El expediente de la Refinería Balboa fue presentado en el Ministerio de Medio Ambiente para su evaluación ambiental en octubre del 2008. Han transcurrido 40 meses desde entonces y todavía la Administración no se ha pronunciado. Ni su complejidad ni la naturaleza del proyecto pueden explicar esa tardanza, según el promotor.

El Grupo Gallardo considera que el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha medido con distinto rasero la refinería impulsada desde Extremadura que los proyectos presentados por petroleras como Repsol o Cepsa. Así, la declaración de impacto ambiental del nuevo oleoducto entre Cartagena y Puertollano (alrededor de 350 kilómetros) obtuvo autorización en menos de cinco meses (se presentó a últimos de septiembre del 2008 y se aprobó a primeros de febrero siguiente). Otro tanto ocurre con el proyecto de refinería de Repsol en Cartagena, que logró el visto bueno ambiental en menos de 9 meses y las ampliaciones de la refinería de Cepsa en Huelva, que obtuvieron el 'placet' en menos de diez meses.

¿Las razones de esta discriminación? Políticas, según Gallardo. Ni técnicas, "porque el informe es el más completo que se ha hecho nunca", ni de competencia del resto de petroleras "porque Balboa no les perjudica. Con ella abierta no pierden negocio porque hay para todos".

¿Y por qué políticas? "Porque nos han pedido estudios complementarios sucesivamente que no estaban en el documento del Ministerio de Medio Ambiente de determinación del alcance del Estudio de Impacto Ambiental. Y eso solo puede obedecer a la manifiesta voluntad de demorar la resolución". También obedecería a esa inclinación de prorrogar el trámite el que al proyecto extremeño el ministerio haya pedido estudios y análisis que, en proyectos iguales, no les fueron solicitados a otras petroleras. "Se nos ha pedido que evaluemos la frecuencia de accidentes por tráfico marítimo en el puerto de Huelva. Ese estudio no se le ha pedido a Cepsa. También se nos ha pedido que estudiemos los posibles vertidos de hidrocarburos en las masas de aguas subterráneas al paso del oleoducto. Ese estudio no se lo han pedido a Repsol para su conducción desde Cartagena a Puertollano. Son muchos indicios que nos llevan a pensar que lo que quieren es que abandonemos".