Un año más, Logrosán acogió ayer la Pasión Viviente protagonizada por sus vecinos dirigidos por Manuel García, creador de esta adaptación teatral. Según relataba a este diario, las principales novedades fueron el cambio de fecha y el espacio, ya que en esta ocasión se desarrolló en el el pabellón multiusos, con más capacidad que en la parroquia. El objetivo de "poder acercar la pasión a más personas" se cumplió, con más de 500 personas. Los papeles protagonistas de Jesús y María, encarnados por Miguel Angel Ramos y Francisca Piñas, hicieron las delicias del público que vivió momentos "muy bien conseguidos", como cuando levantaron las tres cruces, a tamaño real, del suelo.