El sector de la alimentación es actualmente uno de los más punteros en el mundo de la franquicia y para aprovechar todo el potencial de los productos extremeños nació la franquicia Corte y Jamón. Abrió su primera tienda en Cáceres el año pasado (también tienen sus oficinas centrales en la ciudad) y según explica su responsable, Juan José Iglesias, ya tienen dos aperturas previstas a corto plazo fuera de Extremadura, una de ellas en Madrid.

«Hacemos una apuesta muy fuerte por la calidad y nuestro objetivo es llevar fuera el producto extremeño, pues sentíamos que sus potencialidades no se estaban aprovechando lo suficiente», señala Iglesias. Las tiendas de Corte y Jamón ofrecen productos ibéricos y gourmet, entre ellos embutidos, quesos, miel, aceite de oliva, pimentón, mermeladas o patés. El producto «estrella» es el jamón, con la posibilidad de adquirirlo cortado a cuchillo, un servicio que también se extiende a cátering y hoteles y se ofrecen cursos de formación. En el surtido de los establecimientos se incluyen además otros productos «de muy alta calidad» como las anchoas, pero el negocio está fundamentalmente enfocado a los alimentos de Extremadura.

Las tiendas tienen una superficie de 30 metros cuadrados y buscan diferenciarse de la «charcutería de barrio» con un diseño minimalista y atractivo. Según explica Iglesias, la inversión para montar una franquicia de Corte y Jamón se mueve entre los 40.000 y los 50.000 euros, en función de los productos que se incluyan en el surtido. «Nosotros montamos la tienda completa y nos encargamos de todo el papeleo», señala el responsable.

«Tenemos experiencia en el sector, visitamos las explotaciones y las fábricas y sabemos dónde está en cada momento el producto de máxima calidad», afirma.