Los cuatro centros de la academia Cum Laude se abren a las 9.00 de la mañana y cierran a las 22.00 de la noche. En MC, en Cáceres, superan los 400 alumnos y en la academia Ábacos han tenido que contratar nuevos docentes y en algunas especialidades tienen incluso lista de espera. Es el día a día de las academias y preparadores de oposiciones en la región.

Tras años bajo mínimos por la falta de convocatorias, han recobrado el pulso perdido durante la crisis. «El centro continuó abierto pero a un ritmo muy distinto; hemos tenido años complejos en los que tuvimos que reducir horarios porque teníamos menos alumnos, aunque seguían viniendo opositores, porque esto es una carrera de fondo», cuenta Nacho Rodríguez, jefe de estudios de la academia Ábacos de Cáceres. En este centro se dedican a preparar a los aspirantes a los procesos selectivos docentes y también a los enfermeros. Hay días que imparte hasta nueve clases distintas y solo por la tarde. «Desde que hay convocatoria del SES y se ha confirmado la de Educación para 2018 estamos notando un incremento de opositores», resalta. Tanto es así que han tenido que contratar a nuevos profesores para impartir las clases de algunas especialidades docentes que ya se saben que van a convocarse y en algunas de estas «hemos tenido que dejar a gente fuera porque tienen una demanda muy grande».

Además del número de opositores, Rodríguez aprecia que también ha crecido el entusiamo, «se nota sobre todo en especialidades como Geografía o Historia o Física y Química, que en otras convocatorias anteriores pasaban un poco desapercibidas», prosigue.

El ambiente es el mismo en los cuatro centros que la academia Cum Laude tiene en Badajoz, Mérida, Cáceres y Don Benito, donde preparan diferentes procesos selectivos. «Hay un boom de opositores», reconoce Roberto González, gerente. Y especialmente desde septiembre, cuando se convocaron las últimas oposiciones del Servicio Extremeño de Salud. «Desde el año pasado se ha ido notando un aumento porque ya se venían asegurando que habría oposiciones, si antes venían unas 20 personas al mes tras la convocatoria vienen 100», apunta. González reconoce que es un buen momento para opositar, «en los 20 años que llevamos abiertos no recuerdo tantas convocatorias seguidas en Extremadura». Y recuerda los años complicados que han vivido por la falta de procesos selectivos. «Tuvimos que reducir horas de apertura y despedir a algún compañero; afortunadamente no cerramos ningún centro, aguantamos pérdidas porque creíamos que sería una situación temporal», como ha ocurrido. Por ello considera que lo mejor para todos, especialmente los opositores, es que la administración fije una calendario estable de oposiciones. «Hay que dar garantías y estabilidad a la gente; ahora con las plazas del plan de estabilidad pendientes sabemos que al menos en los próximos tres años seguiremos teniendo actividad». Y esto supone trabajo y alegría para estos centros formativos pero también para miles y miles de aspirantes a convertirse en funcionarios. «Hay muchísimo optimismo entre los alumnos, quizás a veces excesivo porque es cierto que hay muchas plazas pero no para todos, solo las conseguirán los mejores».

«Hay más optimismo, más ganas y más ilusión, la gente está más animada porque saben que si no lo consiguen ahora puede ser a la próxima», confirma también Luisa Castañera, de la academia MC de Cáceres. «Desde las navidades pasadas el interés por opositar ha crecido pero el boom ha llegado tras la convocatoria del SES y todavía puede crecer la demanda en enero, por aquellos de los buenos propósitos del año nuevo», apunta. Este centro que no para mañana y tarde, cuenta con unos 400 alumnos, y reclama también estabilidad en los procesos selectivos de la administración. «Una oposición es una carrera de fondo pero prepararte sin tener claro cuándo habrá convocatoria y serán los exámenes desmotiva tanto a los alumnos como a los profesores», argumenta. Como el resto, coincide en que ahora «es un buen momento».