El auge de las franquicias no retrocede y acumula un crecimiento del 400% en la región en la última década. El crecimiento de este tipo de firmas se ha multiplicado por seis en Extremadura desde el 2007, cuando apenas había media docena de cadenas franquiciadoras que facturaban unos 18 millones de euros, hasta cerrar el 2018 con cien millones la facturación en los 45 sellos extremeños que hay ya, y que suman 649 establecimientos diseminados por España principalmente y más de 1.500 trabajadores. Eso sin contar el desembarco en la región de negocios de este tipo procedentes de firmas arraigadas en otros puntos de España o del extranjero.

Fue el negocio de la crisis. Aunque las franquicias nacieron en los años 80 fue en el pinchazo a partir del 2007 cuando se ha producido en Extremadura su mayor expansión, no porque resistiera mejor que otros el desplome de la economía sino, fundamentalmente, porque sirvió de paraguas a muchos de los que perdieron en esos momentos su empleo y se vieron obligados a ‘emprender’ y ‘reinventarse’ sin tener mucha experiencia en el terreno empresarial. «Muchas personas en esa situación optaron por capitalizar el paro para abrir un negocio de una franquicia porque el paraguas y la experiencia de la franquicia les daba más seguridad que hacerlo solos», reconoce Javier Gutiérrez, presidente de la Asociación de Franquiciadores de Extremadura (Afex). Y entre las ventajas que les ofrecían en esos momentos, él destaca la que parece ser la clave de estas empresas: «son cadenas con un modelo de negocio sólido que es duplicable». El sector de retail y restauración, son los que más interés están suscitando, junto con todo lo relacionado con la belleza y la salud.

«La decisión de franquiciar La Botica de los Perfumes fue muy estudiada. Fuimos conscientes de que se estaba generando un especial interés por las franquicias como generadoras de riqueza entre los desempleados porque era una oportunidad para volver a empezar, de modo que fue la elección perfecta para nuestro negocio; un modelo de negocio de éxito contrastado y a la vez, una oportunidad a los nuevos emprendedores», dice Fátima Lozano, responsable de Comunicación y Márketing de La Botica de los Perfumes, que inició en 2011 su expansión.

¿la clave?/ En ese contexto se ha ido reforzando en los últimos años el tejido de las franquicias en la región (este año se han convocado por primera vez en la región ayudas especificas para reforzar el sector) con la consolidación de algunas firmas, la irrupción de muchas nuevas y la internacionalización de algunas de ellas (según Afex, ya tienen presencia fuera de España las firmas Portaldetuciudad.com, Fast Fuel, GTCV Circuito virtual, Clínicas Revitae y Agora Franquicias), impulsados por las características propias del mercado ahora y, por lo que prevén en el sector, para el futuro. «Todo tiende ahora a la unión; la unión da fuerza de compras y fuerza de ventas. Eso supone que un mismo negocio tú lo puedes montar por ti mismo o con una cadena de franquicias, pero con la cadena de franquicias te garantizas que no vas a cometer errores, porque es un modelo de negocio consolidado en el que voy a ir de la mano de gente que tiene experiencia en el sector y con los que voy a conseguir además mejores precios, porque el volumen de compras es mucho mayor en una red de franquicias con varios establecimientos, que un único establecimiento», señala Gutiérrez, que asegura que el 80% de las empresas que entran solas acaban cerrando.

En realidad no hay una fórmula mágica más allá de dar con una idea clave y hacer de ella «un negocio sólido, probado y que funciona», destacan todos los consultados. Una vez que es así, y se opta por dar el paso, hay que poner en marcha la cadena franquiciadora (eso es un proceso farragoso y complicado que requiere la creación de manuales, contratos, dosieres, cuentas de resultados y una planificación de aperturas). Es tedioso, pero las empresas que quieren dar el paso se pueden apoyar en la asociación o en consultoras especializadas (en la asociación de forma gratuita y en las consultoras, pagando) para ayudarles a dar el salto.

«Las franquicias son un modelo de negocio en expansión porque beneficia a ambas partes; permiten al franquiciado poner en marcha un negocio mentorizado y al mismo tiempo el franquiciador puede también expandirse minimizando el riesgo», destaca el secretario general de Comercio, Antonio Ruiz. En todo caso, su percepción es que junto al auge de las franquicias, «el comercio tradicional también se está sabiendo adaptar, ofreciendo un servicio de valor añadido. Lo que está claro es que el comercio de hace 10 o 15 años ya no sirve», razona.

EL FUTURO/ Un estudio realizado este año en Badajoz corrobora que las dos principales zonas comerciales de la ciudad (la calle Menacho y el centro comercial El Faro) cuentan con un 27% de franquicias, en consonancia con la media en España, y por encima de ciudades como Sevilla o Murcia (23%). «Podemos presumir de que Extremadura está en un punto intermedio», dice Gutiérrez que no duda de que «si en los últimos diez años hemos crecido un 400%, en otros diez años, el 60% del sector empresarial puede estar en manos de empresas franquiciadoras», prevé Javier Gutiérrez. Mientras tanto, uno de los retos que se plantean las firmas extremeñas es la internacionalización de sus establecimientos. Es lo que buscarán las 12 cadenas de la región que estarán esta semana en Expofranquicia, (la feria más importante del sector en España, en Madrid) de la mano de Extremadura Avante.