Más móviles que coches, más móviles que perros y casi más que personas. A día de hoy, el smartphone es casi una extensión del propio cuerpo humano y nada hace pensar que vaya a dejar de serlo. Al menos, es lo que apuntan las estadísticas. Los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) evidencian que Extremadura sigue sin tocar techo en este asunto.

La cifra de líneas de móvil no ha parado de crecer en los últimos años: hay ya 859.437 en la región. En el año 2007 había 590.000, lo que supone que en la última década se ha producido un incremento superior al 30% en el número de líneas de móviles que en la práctica coincide también con el número de terminales puesto que cada teléfono suele ser utilizado solo para un número telefónico. Pese a este incremento, la penetración de la telefonía móvil en Extremadura es de las más bajas del país, con una tasa del 79,8 según los últimos datos del año 2017, esto quiere decir que cada cien extremeños hay casi 80 líneas de móvil. Y la mayoría están instaladas en teléfonos de última generación, es decir, en smartphones que permiten conectarse a intenet. A esto contribuye la extensión de la cobertura móvil 4G (LTE), que ya alcanza al 98,7% de la población extremeña, según el último informe del Ministerio de Economía.

La democratización de las nuevas tecnologías en general y del teléfono móvil en particular también lo corrobora el último informe La Sociedad Digital en las comunidades autónomas, elaborado por Telefónica. Según este estudio en el 97,4% de las viviendas extremeñas había el año pasado algún teléfono móvil mientras los hogares con teléfono fijo descienden hasta el 67%. El estudio señala que aumenta el uso de internet: el 82,5% de los extremeños han entrado en la red en los últimos tres meses y un 38% ha comprado online.