Varios son los factores que confluyen en la crisis de rentabilidad que padece el campo español, agudizada en los últimos meses pero larvada desde hace ya años. Casi todos ellos pueden resumirse, no obstante, en un solo elemento: la desproporción entre los costes que soportan y los precios que reciben. La perspectiva de un recorte de los fondos que llegan de Europa, un soporte fundamental para estos profesionales, añade un nubarrón más en su horizonte.

1LOS PRECIOS SE MULTIPLICAN MÁS DE CUATRO VECES ENTRE ORIGEN Y DESTINO

Según el último índice de precios en origen y destino de los alimentos (IPOD) que elabora la organización agraria COAG, los productos agrícolas y ganaderos se multiplican una media de 4,15 veces desde que salen de la explotación hasta que llegan al consumidor. La situación está más descompensada en el sector agrícola, donde el índice es del 4,43 de promedio, mientras que en el ganadero es del 3,1. El Gobierno ha señalado a las grandes superficies, mientras que desde las organizaciones profesionales se hace hincapié en los excesivos márgenes de los intermediarios.

2LO COSTES ASUMIDOS EN LA PRODUCCIÓN, POR CONTRA, NO PARAN DE ENCARECERSE

Es algo que agricultores y ganaderos no se cansan de repetir: reciben precios de hace veinte o treinta años por sus productos pero los de los insumos que emplean están plenamente actualizados y no paran de incrementarse. Es lo que sucede con los piensos, la electricidad, los fertilizantes, los fitosanitarios o el gasóleo. Este último, por ejemplo, acumula una clara tendencia al alza desde el 2016, cuando acabó con una media anualde 0,58 euros por litro. Según recogía ayer el Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, la media de precio de venta en las estaciones de servicio de la región (incluidas las cooperativas) está ahora en 0,846 euros por litro. A todas estas subidas, motivo de quejas desde hace ya largo tiempo, se han sumado las dos mejoras del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que han encarecido también la contratación de mano de obra.

3Un previsible recorte de las ayudas de la política agrícola común

La última propuesta sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para negociar el presupuesto común para el marco financiero plurianual 2021-2027 plantea un recorte de los fondos correspondientes a la Política Agrícola Común (PAC) del 14% con respecto a la aportación de los Veintisiete en el ejercicio actual. Según los datos del Fondo Europeo de Garantía Agraria (FEGA), 48.483 beneficiarios extremeños recibieron 545,6 millones de euros de la PAC correspondientes al ejercicio 2018. En términos absolutos, es la cuarta comunidad que más recibe, por detrás de Andalucía y las dos Castillas. Pero si se ponen en relación con el número de habitantes, el peso de estas ayudas en Extremadura es claramente superior a cualquiera de las otras tres comunidades. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró ayer que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, trasladará en la próxima Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno comunitarios, que tendrá lugar mañana en Bruselas, que la PAC es una «prioridad absoluta» para España.