Extremadura volverá a tramitar nuevos expedientes de adopción nacional después de siete años con este proceso paralizado por la situación de colapso que se había generado y que prolongaba durante años las esperas de las familias demandantes, hasta llevarlas a desistir en muchas ocasiones. La Dirección General de Servicios Sociales, Infancia y Familias acaba de iniciar un nuevo procedimiento (se publicó en el DOE el 21 de febrero con efecto desde el día siguiente) durante un periodo máximo de cuatro meses para abrir nuevos expedientes de familias interesadas en adoptar. Después de ese plazo, se cerrará de nuevo el proceso porque la idea es dosificar la entrada de solicitudes y adaptarla al volumen real de niños en los centros tutelados (no todos los que están en ellos son candidatos a una adopción), con el fin de evitar que se genere de nuevo un problema de saturación con una posible avalancha de demandantes.

La adopción para la que se abre el ahora el proceso de solicitudes de valoración es la dirigida a familias interesadas en adoptar a niños y niñas de entre 0 y 6 años que no tienen ninguna necesidad especial. Para los niños con necesidades especiales o mayores de 6 años hay un proceso diferente (está definido en el artículo 48 del decreto 101/2018 de 3 de julio, por el que se regula la actuación de la Administración de la Comunidad Autónoma de Extremadura en materia de adopción de menores), que sí ha permanecido abierto en todo este tiempo. En este otro proceso entran niños que presentan discapacidad física, psíquica o sensorial, aquellos que tengan diagnosticada enfermedades o problemas de salud importantes o grupos de dos o más hermanos que estén unidos con lazos y vínculos afectivos que no aconsejen su separación. También para aquellos menores que hayan vivido situaciones de desprotección más graves y que presenten especiales problemas emocionales.

IDONEIDAD / Hay familias que pueden estar en ambos procesos, aunque el que se abre ahora de forma específica y temporal es el que busca una adopción de un niño o niña de 0 a 6 años sin ninguna necesidad especial. Del proceso anterior a 2013 (cuando se cerraron las solicitudes) hay 10 familias que tienen el certificado de idoneidad en vigor y siguen a la espera de que se les asigne un menor, después de que se haya reducido un 90% en estos siete años el volumen de parejas que esperan. No en todos los casos es porque se haya acabado materializando la adopción, en todo caso, ya que también algunas familias han desistido de continuar con el proceso.

«Las familias que llevan ya cierto tiempo y han pasado por una actualización de su idoneidad y no han recibido asignación, acaban declinando en el deseo de adoptar, puesto que la etapa de espera les genera unos costes emocionales que nos les permite sostener la incertidumbre que sabemos que genera un proyecto de paternidad adoptiva», indican desde la Dirección General de Servicios Sociales, Infancia y Familias. De ahí que se haya optado ahora por abrir el proceso solo durante cuatro meses y evitar que se acumule de nuevo tal volumen de expedientes que no se puedan gestionar en un plazo óptimo, que en todo caso siempre será de varios años.

En la administración regional asumen que esta apertura puede generar un importante caudal de solicitudes y es por eso por lo que aseguran que «se ha sido prudente» y se ha acordado limitar el período de apertura durante 4 meses (hasta el 22 de junio). La idea es no acumular en exceso solicitudes «para no perjudicar a las familia en su etapa de espera, debido al desconcierto que les genera la insatisfacción de no ver culminado su proyecto adoptivo», matizan desde el área de Infancia y Familias de la Junta de Extremadura. De hecho, el proceso se podrá suspender antes si se registra un volumen de solicitudes muy superior (hasta 15 veces) a las propuestas de adopción ante el juzgado, según se recoge en la orden que lo regula.

8 AÑOS ESPERANDO / Los procesos de adopción nacional llegaron registrar esperas de más de 8 años, según explican desde la Asociación de Familias Adoptantes (Afadex) que valora de forma positiva que se abra el proceso y se dé pie con ello a acoger nuevas solicitudes por esta vía. «La adopción nacional es menos costosa porque los procedimientos son más sencillos al hacerse dentro del mismo país», explican desde el colectivo. La razón es que tramitar una adopción nacional no requiere de traductores para los documentos o para los desplazamientos a las reuniones que tienen que mantener los padres con los organismos que tramitan los expedientes. Y tampoco es lo mismo costear el desplazamiento a Mérida para esos encuentros que a Rusia o India, apuntan desde Afadex sobre las diferencias y condicionantes de unos y otros procesos.

En Extremadura hay 194 menores en centros de acogida. En la franja de 0-6 años hay 33, aunque no todos estos niños son adoptables y tampoco es la adopción la vía prioritaria para los menores tutelados. En realidad se considera más bien el último recurso, cuando se constata que no tienen una familia o esta no puede ejercer las funciones parentales adecuadamente.

EL ORIGEN DEL COLAPSO / En el año 2004 se abrió la presentación de nuevas solicitudes y se fueron incorporando de forma progresiva familias a la etapa que se conoce como ‘etapa de espera’ (cuando ya tienen el dictamen de idoneidad) a lo largo de nueve años. También aumentó el número de familias pendientes de valorar, lo que provocó que se incrementaran las demoras en todos los procesos.

Fue entonces cuando se optó por cerrar la admisión de nuevos expedientes, con el fin de ir dando salida a las solicitudes en vigor de familias interesadas en adoptar. Todo eso estuvo precedido además de un endurecimiento de los requisitos para adoptar fuera de España, lo que había provocado más solicitudes de adopciones nacionales. Cuando se determinó cerrar la admisión de nuevos registros, en el 2013, había 104 familias esperando a que se le asignara un niño y en torno a un centenar esperando para la valoración que da pie a la obtención del certificado de idoneidad.