Margarite Barankitse, más conocida como el ángel de Burundi , considera que mientras las cosas no vayan bien Africa, "aquí tampoco irán bien" y señaló que era una vergüenza que en el sur "la gente se muera de hambre y en el norte se mueran por comer demasiado".

Barankitse hizo estas declaraciones ayer en una visita de dos días organizada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y dentro de una gira por España para difundir dos mensajes: "nunca el mal tendrá la última palabra y no a la guerra. Es un error solucionar los problemas con violencia". Sobre los inmigrantes, dijo que huyen "de una miseria material para encontrar una miseria moral".

El ángel de Burundi , último premio "Juan María Brandés a la defensa del derecho de asilo y la ayuda a los refugiados y desplazados" concedido por el CEAR, es conocida así por su labor humanitaria. Comenzó haciéndose cargo de un grupo de niños supervivientes de las matanzas tutsis y luego puso en marcha dos centros de acogida, el Shalom House y el Oasis of Peace , donde viven unos 450 niños, de los que 43 son seropositivos.