Bien merecía Luis García de la Puente y García de Blanes una rotonda en la entrada del lago de Proserpina. Cedió suelo a la primitiva carretera. Regaló terrenos para el depósito y conducción de tuberías pertenecientes a su finca 'Los Pinos' para el agua potable. Entregó a la asociación de vecinos los metros cuadrados necesarios para la construcción de una ermita, donde se celebran actos religiosos cada domingo y las fiestas en agosto, cuando sacan en procesión a su patrona, la Virgen Milagrosa. La imagen se encontraba en la sede de la Cruz Roja (un enfermero se la había llevado del Hospital San Juan de Dios) y como presidente de esta institución, me la solicitó en 1988 Manuel Giménez Villaoz , como presidente de la asociación de vecinos. Naturalmente se la entregué, acompañado por todos los voluntarios de Cruz Roja.

En su despacho, José Hernández Mancha y este periodista redactamos el 25 de enero de 1973 una carta dirigida al Ministro de Educación y Ciencia, José Luis Villar Palasí , para ofrecerle un millón de metros cuadrados para la universidad extremeña, como pidió el escritor y abogado cacereño Fernando Bravo en un artículo que quedaba muy claro que el único lugar adecuado para no dividir la universidad era Mérida.

A esta carta nos contestó el ministro muy atento pero dando una larga cambiada, lo mismo que el Príncipe de Asturias, Don Juan Carlos de Borbón , pero que firma la carta Alfonso Armada en su nombre; no faltaron misivas de Alfonso Pérez Viñeta , teniente general de Cataluña y emeritense, amigo de Luis, así como Enrique Sánchez de León , consejero nacional del Movimiento. No faltaron agradecimientos con más pases naturales y de pecho del director del Museo Arqueológico Nacional, Martín Almagro ; el secretario de S.E. el jefe del Estado, Felipe Polo ; José Luis Luque , muy vinculado a Mérida, procurador en Cortes, y de gobernadores civiles, presidentes de las diputaciones, alcaldes...

Como participé, por ser íntimo amigo de Luis, de la petición, sé que este emeritense bien se merece esta rotonda.