Cerco a los excrementos caninos en las calles. La policía local está intensificando los controles para obligar a los propietarios a recoger las heces de sus perros de la vía pública y según informa el delegado de Sanidad, Marco Antonio Guijarro, se empezarán a tomar «medidas coercitivas» para evitar esta problemática en las calles emeritenses.

Guijarro señala que hacer «viables y efectivas» las sanciones por no recoger los excrementos de las mascotas es uno de los objetivos que se perseguían con la aprobación de una nueva ordenanza de tenencia de animales.

La normativa, que entró en vigor a comienzos del verano, tipifica como una falta leve no recoger las heces de los perros, lo que a efectos prácticos se traduce en una sanción que puede rondar los «30 o 50 euros» y solo en casos extremos llegar a los 750. Esta cifra sin embargo, es la cantidad mínima que se fijaba en el texto anterior, donde no recoger las heces caninas de la vía pública se tipificaba como falta grave.

MÁS EFECTIVIDAD / Según Guijarro, con este cambio el ayuntamiento podrá actuar «con más efectividad» contra los propietarios que no limpien las heces ya que las sanciones que se plantean ahora «son viables». «Multar con 750 euros a una persona que no ha recogido las heces de sus perros es inviable, puede provocar que renuncie al perro o que directamente lo abandone y nosotros no queremos eso», afirma. El tema ya se abordó en la reunión de trabajo que la policía local emeritense mantuvo hace unas semanas con la policía nacional. «La ciudad tiene unos límites de suciedad que no son aceptables y vamos a aplicar a rajatabla esa ordenanza y esas sanciones para que la gente, a través de medidas coercitivas intente mantener la ciudad limpia», afirmó entonces el delegado de Policía Local y Seguridad, Félix Palma.

Según detalla Guijarro, los agentes ya han comenzado a vigilar las calles «con un mayor celo», si bien todavía no se ha facilitado el número de sanciones interpuestas por este motivo a la espera de conocer los informes elaborados por la policía local.

La ordenanza establece que los excrementos de las mascotas deberán ser recogidos inmediatamente de aceras, paseos o jardines utilizando una bolsa de plástico u otro envoltorio impermeable y depositarse después en los contenedores habilitados. Asimismo, los propietarios de los animales deberán evitar las micciones en las fachadas de edificios y mobiliario urbano, ruedas y bajos de los vehículos.