El 2018 ha sido un buen año para el empleo en Mérida si se tiene en cuenta que la cifra de paro registrado ha bajado en 604 personas el pasado año. A 31 de diciembre había en la ciudad 6.277 desempleados, 215 menos que en el mes de noviembre y 604 menos que cuando empezó el año. El mercado de trabajo en Mérida está muy marcado por el sector servicios debido al turismo, por lo que tras la campaña de verano se registran más desempleados en la ciudad, para en diciembre volver a generar empleo debido de nuevo al turismo. Y es que es el sector servicios el que congrega la inmensa mayoría de los contratos que se generan en la ciudad; concretamente el 75% del total, la mayoría a partir del mes de mayo, dada la estacionalidad del empleo en servicios.

Otro dato importante para calibrar la calidad del empleo que se genera en la ciudad, en la mayoría de los casos también en este sector, es que el 93% de los contratos firmados el pasado año fueron de carácter temporal, lo que da cuenta de la precariedad laboral de la inmensa mayoría del empleo que se genera.

Esa bajada del paro en más de 600 personas el pasado año ha sido destacada por el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna. «Estamos contentos, pero hay que seguir trabajando» para reducir aún más esas listas de desempleo, ha manifestado.

El mandatario emeritense ha señalado la necesidad de «potenciar las inversiones privadas, favorecer la llegada de empresas y luchar para que el empleo deje de ser estacional».

«No podemos dejar todo en manos del empleo público, eso es inviable y cortoplacista», ha insistito. Por ello, y pese a que el ayuntamiento ha destinado más de un millón de euros a políticas de empleo, subrayó que «la creación de empleo debe ir de la mano del sector empresarial», y resaltó en este sentido la futura instalación de la planta azucarera y el aumento del 30% de las licencias de apertura en el sector del comercio. «Mérida debe volver a la vocación industrial que tenía en los años setenta», comentó.

PLANTA AZUCARERA // Sobre esto último, hay que recordar que el pasado día 3 de diciembre, la Junta de Extremadura y la firma Ibérica Sugar Company SL, perteneciente al grupo árabe Al-Khaleej Sugar, firmaron un protocolo para la instalación de la planta azucarera en Mérida, un proyecto en el que las ayudas y los incentivos agroindustriales jugarán un papel clave.

Dicha instalación, diseñada para procesar unas 36.000 toneladas al día de remolacha azucarera en azúcar refinado, ocuparía una superficie total de 974.000 metros cuadrados en el polígono ExpacioMérida, con una inversión de 436 millones de euros y una previsión de generar unos 200 empleos directos y estables.