Satisfacción vecinal. El pasado mes de enero entraron en vigor los cambios en el servicio de autobuses urbano, después de que el ayuntamiento y la empresa Vectalia acordaran la modificación del contrato con el ánimo de mejorar las prestaciones para los usuarios. Entre las modificaciones, que han incluido la ampliación de horarios o la disminución de la frecuencia de paso de los autobuses, destaca la llegada del servicio a la barriada de Carrión, cuyos vecinos están muy satisfechos de que se le haya dado respuesta a su demanda. El delegado de Transporte, Marco Antonio Guijarro, asegura que tras la entrada en funcionamiento de los cambios en el servicio «no hemos tenido quejas de los vecinos y eso es un buen síntoma».

«Lo valoro muy positivamente porque después de 10 o más años de trabajo y de lucha, el esfuerzo ha merecido la pena. Ya no solo tenemos nuestra parada, sino que está alumbrada, con acerado y es muy positivo», manifiesta la presidenta de la asociación vecinal de Carrión, María Ángeles Romero. La parada de autobús urbano de Carrión volvió a funcionar la semana pasada, tras eliminarse en la pasada legislatura, una vez finalizadas las obras para que la restitución del servicio no entorpeciese el tráfico en la zona. La línea que da cobertura a este barrio de las afueras de Mérida es la C, que parará cuatro veces al día de lunes a viernes.

Para que los usuarios puedan acceder desde la barriada a la parada se ha habilitado un itinerario accesible con alumbrado público y un paso de peatones, obras que han contado con un presupuesto de 47.093,44 euros. «Habíamos pedido que pasara cuatro veces al día, porque no necesitamos más, y estoy muy contenta», reitera Romero. «Me consta que han sido unas negociaciones bastante difíciles porque no estaba contemplado en ningún sitio que el autobús pasara por Carrión y ha sido un esfuerzo, tanto económico como de negociaciones, por ello estoy muy agradecida al equipo de gobierno», sostiene.

La implantación del nuevo servicio de autobús urbano ha posibilitado también el aumento de la frecuencia de paso a la urbanización de la Calzada, que cuenta con dos paradas, y que en la presente legislatura ha visto cómo de nuevo entraban los autobuses en la zona. «Estamos muy contentos», sostiene la presidenta vecinal de la Calzada, Telma Rodríguez, quien subraya que antes de la reestructuración de las líneas el servicio «no servía para nada» debido a la escasa frecuencia de paso, pero ahora tiene un horario que responde a la demanda.