La apuesta por un turismo religioso que complemente al yacimiento va calando en la ciudad. En menos de un año desde su apertura a las visitas fuera del horario de culto, la concatedral de Santa María ha recibido más de 10.000 visitas. Su parroco, Antonio Becerra, dio a conocer este dato la semana pasada durante una rueda de prensa para anunciar que el ayuntamiento ha editado 6.000 trípticos informativos sobre la concatedral y la basílica de Santa Eulalia, que también está abierta al público desde mayo de 2018.

Para que la inclusión de ambos templos en el itinerario turístico fuera una realidad, el consistorio realizó las gestiones pertinentes para llegar a un entendimiento con el Arzobispado de Mérida-Badajoz y el Consorcio de la Ciudad Monumental. La delegada de Turismo, Pilar Amor, manifestó durante la presentación de los trípticos que el turismo religioso capta dos perfiles de visitantes, como es «por un lado aquellos cuya motivación está relacionada con la fe y la religiosidad», y por otro el del turista que «visita los lugares de culto para el disfrute de su rico patrimonio arquitectónico, artístico y cultural».

En este sentido, la delegada subrayó que la apuesta del equipo de gobierno por este tipo de turismo «está siendo respaldada» por el incremento del número de turistas que visitan tanto la basílica de Santa Eulalia como la concatedral de Santa María. De hecho, la edición de estos trípticos no es la única acción que el consistorio está llevando a cabo en aras de potenciar el turismo de fe.

Convertir Mérida en destino de peregrinaciones en torno a la figura de Santa Eulalia es uno de los principales objetivos en los que trabaja el gobierno local, junto con los colectivos vinculados. Ya se tiene el foco puesto en conseguir un Año Jubilar, el nombramiento de Santa Eulalia como Patrona de la Juventud de España y la creación de un centro de estudios eulalienses. Estas y otras cuestiones se tratarán en un Consejo Eulaliense que se va a constituir próximamente.