Velar por la conservación del patrimonio. Este es, sin duda, uno de los principales objetivos del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, que defiende su papel como protector de los recintos arqueológicos emeritenses. En concreto, el organismo niega que la programación de conciertos del Stone&Music Festival tenga un impacto negativo en el teatro romano, tal y como han asegurado a Efe técnicos del consorcio.

El director del organismo, Félix Palma, asegura a este diario que todos los eventos que se desarrollan en el teatro cuentan con la autorizacion de la comisión ejecutiva del consorcio, que «se encarga de velar porque el uso respete la conservación del monumento o al menos su incidencia sea la menor posible». Para la correcta protección del monumento, desde la institución «se toman todas las medidas oportunas de seguimiento y coordinación con los promotores de los eventos».

Según indicaron fuentes del consorcio a la agencia Efe, la sucesión de conciertos en este recinto ocasiona no solo daños durante las labores de montaje y desmontaje, sino los derivados de los elevados decibelios de los equipos de sonido. Así, afirmaron que un estudio de la Escuela de Arquitectura de Sevilla refleja que los sonidos causan daños en el monumento. «El informe al que se alude sobre las vibraciones y demás, no existe», puntualiza Palma.

En este sentido, el director recuerda que el propio organismo decidió limitar por norma los usos privados del teatro a los meses de julio, agosto y septiembre. Además, Palma anuncia que se está elaborando una carta de usos «para regular y controlar cualquier circunstancia y garantizar la conservación del monumento». «Todo el mundo quiere usar el teatro para algo y queremos un documento que recoja lo que se puede y no se puede hacer, así como las medidas correctoras para paliar cualquier aspecto negativa, porque tenerlo por escrito va a ser bueno para todos», señala.

Sobre las quejas de los visitantes, Palma reconoce que muchas de las reclamaciones tienen que ver con el festival de teatro, porque «todo el mundo quiere ver el teatro limpio de escenografías», aunque desde el consorcio se trabaja para que estas tengan el menor impacto visual posible.